“Estamos viviendo un tiempo --dijo el Santo Padre improvisando al texto programado-- en el que se experimenta mal con la vida, se hacen hijos en cambio de acogerlos como un don, de jugar con la vida allí. Tengan cuidado que esto es un pecado contra el creador, contra Dios creador que ha creado las cosas así”.
“Cuantas veces en mi vida de sacerdote escuché objeciones: '¿Por qué la Iglesia se opone al aborto?' por ejemplo. ¿Es un problema religioso? ¿Es un problema filosófico? No, no es un problema filosófico, es un problema científico porque allí hay una vida humana, y no es lícito eliminar una vida humana para resolver un problema”, dijo a los presentes reunidos en el Aula Pablo VI.
“'¡Pero no, el pensamiento moderno...!' Oiga --respondió el Santo Padre a la objeción por él formulada-- en el pensamiento antiguo y en el pensamiento moderno asesinar significa lo mismo”.
“Lo mismo vale para la eutanasia” adviritió, y “todos sabemos que con tantos ancianos en esta cultura del descarte se hace esta eutanasia escondida, y también esta la otra ¿no? Y esto es decir, el final de la vida lo hago yo. Pecado en contra de Dios creador. Reflexionen bien sobre esto”.
“Que los 70 años de la vida de vuestra asociación --les deseó Francisco a los varios miles de médicos y operadores allí reunidos-- estimulen un ulterior camino de crecimiento y madurez. Puedan colaborar de manera positiva con todas las instituciones que con ustedes comparten el amor a la vida y laboran para servirla en su dignidad, sacralidad e inviolabilidad”.
Y concluyó recordando una frase de san Camilo de Lellis que decía: para curar mejor “pongan más corazón en esas manos”. “La Virgen Santa, la Salus Infirmorum sostenga el propósito con el cual van a proseguir vuestra acción”.
Y por favor les pido que recen por mi, y de corazón les bendigo, gracias.(ZENIT)