Arzobispo Justin dio el discurso principal en una mesa redonda organizada por el Consejo Islámico de Finanzas del Reino Unido y con el apoyo del Foro de Finanzas árabe y el Programa Interreligioso de Cambridge.
Arzobispo Justin dijo: "La gran área que tiene que cambiar en nuestros servicios financieros no es alrededor de estructuras y niveles de apalancamiento de deuda de las entidades financieras - A pesar de que son cruciales y deben cambiar - pero es más importante, incluso que eso, es la cuestión de la culturas. La cultura es un área que no se puede legislar, sólo puede ser modificada por una transformación en el espíritu de la sociedad que nos lleva a un sentido de lo que es correcto y lo incorrecto ".

Inspirado por "la gracia y la bondad de Dios", un sistema de finanzas éticas debería tener "generosidad en su corazón", dijo el Arzobispo Justin. "Tiene que haber espacio para regalo, por algo que no está a la espera de retorno, algo que es simplemente dado." Sin esto, el sistema financiero arriesgado "a la deriva en la amoralidad pura."
“Es muy bueno estar con ustedes esta tarde y para participar en esta conversación sobre las finanzas éticas. Como ustedes saben, los asuntos de las finanzas están bastante cerca de mi corazón, y estoy especialmente agradecido por las oportunidades que he tenido en los últimos meses, a través de la Comisión de Normas Banca Parlamentaria, a participar  mirando perspectivas éticas, en particular en el área financiera y bancaria. . .
Así que ¿por dónde empezamos, en términos de los principios teológicos, cuando hablamos de un sistema de financiación justo y equitativo, ético? Quiero empezar diciendo que, como cristiano, mi fe y la forma en que veo el mundo tiene una forma evidente por mi creencia en Jesucristo como el Hijo de Dios encarnado, y que se dieron testimonio de las Escrituras que hablan de Dios relación con su pueblo a través de los milenios, y por la tradición que la Iglesia, en su mejor momento, ha demostrado ya que la vida y la muerte y resurrección de Jesucristo. Y como cristianos estamos llamados a usar nuestra razón en la aplicación del testimonio de las Escrituras y de la tradición que heredamos.

Y que recoge una serie de puntos teológicos muy clave que guía nuestra comprensión de un sistema de finanzas éticas. El primero de ellos es la gracia y generosidad. En el corazón de la fe cristiana es la idea demostrado que Dios su amor por todos los seres humanos, ofreciéndoles la esperanza de la vida eterna y una relación con él, sin su merecedores, por pura, amor marginadas, a través de lo que se conoce como la gracia - sin méritos , sin esperar nada a cambio o recompensa. Fue un pacto, no un contrato, oferta. Conduce a la generosidad y gracia. Así que un sistema de finanzas éticas tendrá acceso a la generosidad del corazón. El Papa Benedicto XIV, en su  encíclica, señaló esto cuando habló sobre el principio de gratuidad como uno que tenía que estar en cualquier sistema de finanzas éticas a nivel mundial. Tenía que haber espacio para regalo, por algo que no está a la espera de retorno, algo que es simplemente dada. Y un sistema que no tiene espacio para el regalo es un sistema que al final va a la deriva en la amoralidad pura, en un mero trato con los fuertes, porque son los únicos que pueden hacer frente al contrato.
En segundo lugar, como un punto teológico, la encarnación - la vida, el ir y estar en forma humana de Dios, en Jesucristo - habla de la necesidad de un radical re-centrado de lo que pensamos que es esencial en la vida. Tenemos que pasar de lo material a lo eterno. No podemos quedarnos estancados con lo que podemos ver, tocar, medir - especialmente cuando se trata de las finanzas. . . El peligro de las finanzas es que pensamos - y esto salió en 2008, en particular - que debido a que tiene una fórmula que usted le dice a un número al final de la misma, que esa es la respuesta. Todo esto es completamente predecible dentro de un marco teológico cristiano, porque dice que los seres humanos son falibles, por lo tanto necesitan la salvación. Se dice que el material no es el valor supremo.

En tercer lugar, los cristianos viven con la sombra sobre ellos, no sólo de su propio pecado y de la gracia y de la salvación de Dios, sino también con el ejemplo de los primeros cristianos en los primeros días de la Iglesia donde se celebraron todas las cosas en común
En cuarto lugar, la encarnación de Jesucristo y el amor de Dios, la gracia de Dios, nos habla de la dignidad del ser humano - que los seres humanos nunca son simplemente para ser tratados como medio para un fin, que son extremos de amor en sí mismos, y que tenemos que tener un sistema financiero que los considera como un fin, no como meros recursos.
En quinto lugar, está la intencionalidad que viene con la Encarnación y por el don del Espíritu Santo en el día de Pentecostés en ¿Qué es el principio teológico que Dios da propósito y llamado a todos los que le obedecen. Intencionalidad y el amor transformador y la gracia para ser demostrada en la forma en que vivimos. . .
Y, por último, la encarnación nos señala el principio de servicio, que todos deben existir los actos de servicio, no sólo para nuestro propio beneficio. Así, por ejemplo, mientras que en el siglo XVI el  reformador Juan Calvino afirmaba que el dinero podría tener un precio,  hacía la salvedad que nadie debe cobrar interés a los pobres, porque era una forma de expoliación , no de servicio.

¿Dónde encaja eso con una discusión entre religiones y soluciones prácticas? En primer lugar, el área grande que tiene que cambiar en nuestras estructuras de servicios financieros no es todo, incluso las áreas cruciales de todo los niveles de la deuda y el apalancamiento de las instituciones financieras - A pesar de que son cruciales y deben cambiar. Más que eso es fundamental, incluso el tema de las culturas. Y esa es un área que no se puede legislar, sólo puede ser modificada por un cambio en el espíritu de la sociedad que nos lleva a un sentido de lo que es correcto e incorrecto. Y ahí es donde las discusiones interreligiosas son provechosas.
En segundo lugar, debido a la dignidad del ser humano, debemos tener un sistema financiero suprime esta exclusión financiera. Esto nos lleva de nuevo a las cooperativas de crédito, a la financiación local, donde las personas se miran a los ojos y donde no hay un sentido de responsabilidad local, casi a la microfinanciación. 200 libras, en muchas partes del mundo fuera del Reino Unido, se consideraría micro-préstamo, incluso en países muy pobres.
En tercer lugar, tenemos que tener un sistema financiero que tiene internalizado el concepto de la misericordia y el perdón. Nuestra ley de bancarrota ha cambiado en los últimos 20 años de una manera que mejora y que le da una cierta esperanza de la redención en su sentido más amplio, así como pago en su sentido estricto. Y creo que una de las principales cosas que podemos esperar para esta tarde es para hacer frente a una serie de inquietudes y para ver si, a partir de principios comunes, podemos animar a la regulación y la legislación, la competencia y la cultura, y el conocimiento y el acceso como los tres puntos de un gran triángulo para abordar algunos de los problemas de nuestro sistema de servicios financieros.