Cynthia Campos ha comenzado su testimonio explicando que antes de casarse sintió que había sido llamada por Dios a consagrarse como religiosa entre las Hermanas Siervas del Espíritu Santo, pero tras un retiro espiritual, el sacerdote que lo dirigía le indicó que no tenía verdadera vocación a la vida consagrada y que Dios le daría un esposo para fundar una familia cristiana. La joven acabó finalmente casándose con un joven que hacía las veces de acólito (monaguillo) en el convento al que pensaba unirse.
Tras trabajar durante 25 años como ejecutiva en una empresa, tanto ella como su marido George decidieron dedicarse a servir a tiempo completo al Señor como miembros de la asociación de fieles Parejas para Cristo, presente en 107 países, que tiene la vocación ser ser «familias en el Espíritu Santo renovando al faz de la tierra» y como misión «Construir la Iglesia y el Hogar para los pobres».
 

Complicaciones en el cuarto embarazo
En su cuarto embarazo fue diagnosticada de diabetes gestacional y preeclampsia. Los médicos le dijeron que corría en peligro su vida y que, en todo caso, su bebé podría sufrir graves complicaciones. Ante el ofrecimiento de abortar, el matrimono decidió seguir adelante:
«Fue realmente una prueba de fe y entrega. Decidimos tener el bebé y cumplir la voluntad de Dios. Por la gracia de Dios, ambas sobrevivimos y me hija Christe está hoy llena de salud y de vida»
Cynthia ha relatado igualmente que fue diagnosticada de un cáncer de mama, a pesar de lo cual decidió no abandonar el ministerio con su marido. Pudo superar la enfermedad con una intervención y el posterior tratamiento.
A continuación ha explicado en qué consiste la actividad de Parejas para Cristo ante todos los padres sinodales.(INFOCATOLICA)