Pajares fue repatriado en un avión desde Monrovia (Liberia) el pasado 7 de agosto junto con la hermana Juliana Bonoha, que no está contagiada.

La esperanza para su recuperación estaba en el suero Zmapp, que en la tarde del sábado llegó al hospital, importado desde Ginebra. Este fármaco, en fase experimental, se estaba aplicando a dos pacientes en los Estados Unidos, los religiosos estadounidenses Nancy Writebol y Kent Brantly repatriados también desde Liberia tras ser infectados por el virus y que habían mostrado notables avances de recuperación.

Pajares estaba recibiendo el suero, que había llenado de esperanza a sus familiares, a pesar de que su edad avanzada no auguraba una fácil recuperación.

La confirmación de que el hermano Miguel estaba infectado de ébola llegó el martes pasado, 5 de agosto, junto con el mismo diagnóstico para las hermanas Misioneras de la Inmaculada Concepción, Chantal Pascaline Mutwamene y Paciencia Melgar. Todos ellos se encontraban en el Hospital San José de Monrovia, que permanece cerrado y en cuarentena desde la muerte por ébola de su director, el hermano Patrick Nshamdze.

El hermano Pajares es el cuarto fallecido que trabajaba en este hospital, después de que el lunes muriera el hermano Geroge Combey, de su misma Orden, y el sábado pasado la religiosa Chantal Pascaline.

Pascaline, que trabajaba con el hermano Miguel Pajares, de nacionalidad congoleña, ingresó en el hospital San José de Monrovia y murió a pesar de los cuidados que estaba recibiendo por parte del enfermero voluntario camerunés William Ekeurm.

Por su parte, la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios agradeció "todas las muestras de apoyo que recibió desde las autoridades administrativas, de la sociedad en general y particularmente el profesionalismo de los médicos del hospital que atendieron al hermano Pajares".

La Organización Mundial de la Salud declaró a la propagación del virus Ébola una emergencia de salud pública de importancia internacional. La muerte del hermano Miguel supone la primera en Europa a causa de este virus.

Miguel Pajares, una vida al servicio de los enfermos en Liberia
El religioso, natural de La Iglesuela (Toledo) y capellán del hospital que dirige la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, llegó al continente africano en la década de los 60. Primero estuvo en Ghana y desde 2007 trabaja en el hospital San José, como director espiritual y responsable de la Pastoral de los enfermos.

Después de 54 años trabajando en África, se había convertido en un referente para la atención sanitaria en Liberia.

Según comentó el padre José María Calderón Castro, delegado de Misiones de la diócesis de Madrid, el hermano Miguel Pajares “tenía pensado regresar a Madrid el próximo mes de septiembre” (AICA)