En el papel de trabajo “Ciudades infelices” se usaros datos federales para espigar cómo los encuestados se sentían satisfechos con sus vidas, contando con la raza, la educación, el estado civil y la situación familiar.

Un dato sorprendente del estudio es que los investigadores dijeron que sus hallazgos revelan que algunos jóvenes están todavía dispuestos a trasladarse a las ciudades menos felices de Estados Unidos si eso significa conseguir un buen trabajo o conseguir viviendas más baratas.

Lo mismo sucede con los residentes de la ciudad de Nueva York, que no obstantes vivir en la ciudad menos feliz de la Unión Americana, no están dispuestos a abandonarla, quizá esperando cazar un autógrafo de su estrella de cine favorita o salir de “extra” en una película sobre alguna invasión extraterrestre.

El tema principal –sobre todo para los jóvenes—es algo más que la felicidad; es la situación económica. Si para lograr un buen trabajo tienen que vivir en ciudades poco amigables, lo van a hacer.

La mayor parte de las ciudades más felices de Estados Unidos se encuentran –qué paradoja, pues es en ellas donde hay mayor composición de población hispana—en el sur, con Middlesex-Somerset-Hunterdon, Nueva Jersey, representando la única ciudad norteña entre el puñado de las más felices.

Así pues, las diez áreas metropolitanas con más de un millón de habitantes y que son las más infelices de Estados Unidos son: Nueva York, Pittsburgh, Louisville, Milwaukee, Detroit, Indianápolis, San Luis, Las Vegas, Búfalo y Filadelfia.

Mientras que las diez áreas metropolitanas más felices (también con más de un millón de habitantes) son: Richmond-Petersburg, Norfolk-Virginia Beach-Newport News, Washington, DC, Raleigh-Durham, Atlanta, Houston, Jacksonville, Nashville, West Palm Beach-Boca Ratón y Middlesex-Somerset-Hunterdon.(ALETEIA)