Lo informó la agencia de noticias Fides, precisando que se trata de un asesinato selectivo que hace pensar a una venganza, después del secuestro y homicidio de tres jóvenes judíos que desaparecieron el 12 de junio en Cisjordania y que fueron encontrados asesinados el 30 de junio, cerca de Hebrón.
“La visita del Papa Francisco en Tierra Santa y luego el encuentro de oración en el Vaticano”, dice el Patriarca, “había alimentado tantas esperanzas felices por la paz. Ahora, con el sacrificio de jóvenes inocentes, el ciclo de violencia en el que vivimos quiere reforzar su dominio con mayor ferocidad. Casi parece como una reacción para evitar que nazcan las esperanzas que se habían despertado. Por ello debemos seguir orando, para pedir el milagro de la paz. Reconociendo que el odio y el resentimiento hacen daño a todos. Mientras que la paz y el perdón son buenas para todos”.
En la tarde del martes 1 de julio cientos de colonos extremistas israelíes han cruzado el centro de Jerusalén, y se han lanzado en una caza contra el árabe que ha durado varias horas, expresando así su ira después de la muerte de los tres jóvenes hebreos. Esta mañana, en Beit Hanina y Shuffat, decenas de palestinos se han enfrentado con la policía israelí después de que se difundiese la noticia del hallazgo del cadáver de Mohammad Abu Khdeir.
En junio, durante las operaciones de búsqueda del ejército israelí de los tres jóvenes judíos secuestrados, ya fueron asesinados 5 palestinos. “Hay un pueblo que ha vive desde hace años en luto”, dice a Fides el Patriarca Twal, “y debe liberarse de la lógica perversa de los que hacen discriminaciones entre las víctimas inocentes de un lado y del otro, y creen que su el dolor se puede aliviar con el dolor de los demás. Sólo el perdón llama al perdón”(ZENIT)