CRISTO HOY
CRISTO HOY

   Sitios Recomendados
        El Vaticano
        Aica
        Rome Reports
        Noticias Vaticanas
  
Francisco: Las minas anti hombre son armas inhumanas y bellacas
01 - 07 - 2014 - DESAFIOS - Otros

Ningún niño debe «vivir en el miedo de las minas». «El recurso a las armas en general y a las minas en particular representa una derrota para todos». Son las palabras que Papa Francisco, en un mensaje remitido por el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, envió a la Conferencia de revisión de la Convención sobre las minas antipersona, que se llevó a cabo en Maputo, Mozambique.

La del Pontífice es una fuerte denuncia en la que se subraya que las minas anti hombre son inhumanas «porque prolongan las guerras y alimentan el miedo incluso después del fin de los conflictos. Añaden al fracaso humano provocado por la guerra –continúa el mensaje de Francisco– un sentimiento de miedo que prevalece en el estilo de vida y altera la construcción de la paz. Este sentimiento destruye no solo a la persona que lo sufre, sino también a la que lo impone».


«Armas «inhumanas», «irresponsables», «de bellacos». Si queremos verdaderamente «la seguridad, la estabilidad y la paz», prosigue el documento, «entonces reduzcamos nuestros almacenes de armas» y «prohibamos las armas que no tienen ninguna razón de existir en una sociedad humana». En cambio, subrayó el Papa, debemos invertir «en la educación, en la salud, en la defensa de nuestro planeta». El Pontífice exhortó a los países a comprometerse en el ámbito de la Convención, «para que ya no haya más víctimas de minas» y para que «ningún niño deba vivir en el miedo» de estas armas.

Las Convenciones, como la Convención sobre las minas, no son «fríos marcos jurídicos», continúa el documento, sino «un desafío para todos los que tratan de salvaguardar y construir la paz», además de «tutelar a los más débiles».

Francisco expresó su deseo de que esta Convención pueda convertirse en un «modelo para otros procesos, en particular para las armas nucleares y para las demás armas que no deberían existir». Hay que poner a la persona humana, concluye el documento, «en el centro de nuestros esfuerzos para el desarme».(VATICAN INSIDER)