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​Phubbing: la gran amenaza para las relaciones
22 - 05 - 2014 - CULTURA - Costumbres

La desagradable costumbre de utilizar el teléfono mientras se tiene una conversación cara a cara con alguien, ya tiene nombre, lo han denominado “phubbing”, el cual proviene de dos palabras inglesas “phone” teléfono y “snubbing” que significa ignorar.

Este hábito que denota mala educación e irrespeto, está haciendo mella en las relaciones interpersonales; una muestra fehaciente de lo que ocurre cuando la tecnología desplaza la interacción humana. Y las consecuencias están por verse.

¿Qué es el “Phubbing”?

Nace de la iniciativa de un joven “víctima” de este fenómeno. Él es Alex Haugh, un australiano de 23 años quien decidió crear la campaña “Stop Phubbing” la cual busca frenar el abuso recurrente al uso del teléfono en momentos en que la persona se encuentra con otros, sea en eventos sociales o citas. “…muchos de nosotros lo experimentamos con frecuencia: las personas prestan más atención a sus teléfonos que a ti. Es un problema mundial que necesita ser discutido antes de que empeore” dice Alex Haugh.

El joven ya cuenta con miles de seguidores que apoyan su movimiento, tanto en su página de facebook, como en su sitio web oficial, en el cual presentan cifras alarmantes. Por ejemplo, aseguran que casi el 90 por ciento de los adolescentes prefieren el contacto vía texto que cara a cara y que los restaurantes experimentan 36 casos de “phubbing” en cada sesión de cena. Además advierten de que este fenómeno puede acabar reduciendo las relaciones sociales al intercambio de mensajes virtuales.

El líder aclara que la campaña busca, no hacer una guerra a la tecnología, sino más bien, dejar de usar los teléfonos cuando estamos en presencia de otros.

Prisioneros de la tecnología

La tecnología es maravillosa cuando se hace un buen uso de ésta, sin embargo, no resulta tan positiva cuando las personas adquieren hábitos que afectan las relaciones sociales.

Es una lástima que el mal uso de la tecnología, desplace lo valioso de la interacción humana. Se le dedica más tiempo y atención a las pantallas, que a las personas -siendo ellas las que nutren la vida de valor y sentido-.

Depende de cada quien, dejar que la tecnología ocupe un espacio protagonista. Estamos a tiempo de hacer un alto en el camino. Ojalá no llegue el día en que nos lamentemos por haber perdido oportunidades para disfrutar de los que queremos por estar pendientes de una actualización de estado, un chat en WhatsApp, o una partida de Candy Crush.(ALETEIA)