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18 - 09 - 2013 - IGLESIA - Asia

Obispo de Vinh, Vietnam, preside multitudinaria Eucaristía como respuesta a la difamación estatal tras ataque a los católicos

La Eucaristía fue celebrada en el Santuario de San Antonio, un importante lugar de peregrinación próximo al lugar donde sucedió el ataque contra los feligreses. Según Asia News, el hecho mismo de la Santa Misa es un claro mensaje al estado, ya que en la legislación vietnamita las autoridades locales deben aprobar previamente cualquier "celebración extraordinaria".
Unos tres mil fieles católicos vietnamitas se congregaron el pasado 16 de septiembre para una solemne Eucaristía concelebrada por el Obispo de Vinh, Vietnam, Mons. Paul Nguyen Thai Hop, el Obispo emérito de Vinh, Mons. Paul Marie Cao Dinh Thuyen, el Obispo auxiliar, Mons. Peter Nguyen Van Vien y unos 200 sacerdotes, según informó la agencia Asia News. La celebración fue una expresión de la unidad de la Iglesia Católica local frente al violento ataque sufrido por fieles católicos y una oleada de difamación de los prelados a través de los medios de comunicación estatales para justificar la violenta represión realizada.
La Verdad os hará libres
Al final de la Eucaristía, los Obispos y sacerdotes se reunieron para hacer una declaración conjunta sobre la campaña difamatoria. "La Verdad os hará libres", recordó el Obispo en la reunión con los sacerdotes. "La Verdad que Jesús menciona aquí es la revelación primera de Dios, la Palabra de Dios y su plan de salvación. A continuación, en el nivel epistemológico, la verdad es la correspondencia entre las palabras y nuestra realidad objetiva, reconocer los acontecimientos históricos (...) Dios, la Verdad absoluta, desenmascarará toda sombra de conspiración, la distorsión, la mentira, el engaño".
El prelado criticó duramente el uso de la propaganda contra la Iglesia, y afirmó que en el entorno actual es más difícil controlar la comunicación para manipular la información y que el estado debe respetar "la verdad, los derechos humanos y la dignidad, la claridad y la justicia: la paz". Mons. Thai Hop denunció que Vietnam está "cojeando" en el camino de la humanidad hacia el respeto de los derechos y reafirmó el compromiso de la Iglesia para manifestar "el espíritu del Evangelio y la oración para el país de Vietnam".
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La respuesta estatal a través de los medios de comunicación oficiales acusa al Mons. Thai Hop y a Mons. Van Vien de estar "fabricando hábilmente" un caso legal (la defensa de dos católicos injustamente apresados en junio) y transformarlo en una caso de "persecución religiosa". Los medios estatales también califican a las decenas de víctimas del ataque como "elementos dañinos" que habrían atacado a las autoridades.
El clero de la diócesis se sumó al llamado del Obispo y condenó el ataque y las difamaciones publicadas en varios medios de comunicación. "¿Quién será responsable de los treinta heridos por los goles? ¿Quién se hará responsable por las imágenes sagradas rotas?", cuestionaron. El acto fue calificado durante la reunión de los sacerdotes como "arbitrario e inhumano, no digno de un estado legítimo".
Después de la Eucaristía, excepcional en el número de fieles asistentes y en la cantidad de sacerdotes convocados, Mons. Thai Hop envió flores a las víctimas más gravemente heridas como expresión de solidaridad de la Diócesis de Vinh ante su sufrimiento.(Gaudium Press)