Los incontrolados actos de vandalismo envenenan el ambiente; el ambiente de coexistencia y de colaboración, especialmente en estas dos semanas previas a la visita del papa Francisco", subrayó el patriarca (máxima autoridad de los católicos en Tierra Santa) durante la procesión de Nuestra Señora celebrada hoy en el Monte Carmelo de Haifa.

Twal criticó la laxitud del Gobierno israelí, que en su opinión "debería estar preocupado" ante esta "ola de acciones extremistas de terror" porque "es mala para la imagen de Israel en el exterior" y, además, "deteriora la imagen de democracia que el país se atribuye a sí mismo".

Las declaraciones del patriarca latino se producen en medio de una cadena de actos vandálicos que sacude Israel y Palestina desde hace un mes y que incluye pintadas racistas o amenazadoras en iglesias y monasterios obra de jóvenes colonos judíos radicales de derecha.

Además de los palestinos -cristianos y musulmanes-, los drusos y el propio Ejército israelí han sido también objeto de este grupo de extremistas al que algunas voces, como el fiscal general del Estado, Yehuda Weinstein, proponen calificar de "organización terrorista" y así poder aplicar medidas tales como los arrestos administrativos.

El pasado viernes, frases contra de la presencia de los cristianos en Tierra Santa aparecieron pintadas en hebreo sobre la pared de una iglesia de Jerusalén, acto que indujo a los obispos de Tierra Santa a expresar su profunda preocupación y a exigir al Gobierno israelí a actuar para evitar desgracias.

El problema reside, sin embargo, en la diversidad de la coalición de gobierno que dirige el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la que parecen dominar la extrema derecha dentro de su propio partido, el Likud, y la formación ultranacionalista Habayit Hayehudí ("Hogar Judío"), que defiende los intereses de los colonos.

Responsables de este último partido se oponen al llamamiento de figuras del centroizquierda y de la Judicatura que instan a acabar con la doble aplicación de ley a palestinos e israelíes en los territorios ocupados y a tratar estos crímenes como "actos de terrorismo".

Esta clasificación permitiría a la Policía y a los servicios secretos internos "Shin Bet" actuar con más contundencia y mantener a los sospechosos en detención administrativa, es decir, seis meses de arresto renovables sin necesidad de imponerles e informarles de los cargos.

El propio departamento de Estado de Estados Unidos incluyó estos actos, conocidos en Israel como "el Precio a Pagar" o "crímenes de odio", en su informe de 2013 sobre actividades terroristas en el mundo.

"¿Cómo es posible que no sean capaces de capturar a los autores?" se preguntaba hoy el Patriarca Latino.

"Dado que los vándalos siguen sin ser procesados, uno se tiene que preguntar cuál es la prioridad del gobierno para llegar a la raíz del problema", agregó.(RELIGION DIGITAL)