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Santo Padre: la Iglesia es en femenino, como María
29 - 04 - 2014 - IGLESIA - América

«La Iglesia es femenina, como María». Una reflexión sobre la Iglesia en femenino propuesta por Papa Francisco en un videomensaje a los jóvenes de Buenos Aires, en ocasión de la Jornada Regional de la Juventud, que se llevó a cabo el sábado pasado en el Planetario de la capital argentina.

El Papa recordó que «la mujer tiene una capacidad para dar vida y para dar ternura que no la tenemos los varones. Ustedes son mujeres de Iglesia. De Iglesia, del Iglesia? No, no es "el" Iglesia, es la Iglesia. La Iglesia es femenina, es como María».


«Ser Iglesia», añadió el Pontífice argentino, significa «conformar Iglesia, estar junto a Jesús, dar ternura, acompañar y dejar crecer».
Papa Francisco también recordó la figura del Evangelio del joven rico: « Pensé en los jóvenes Apóstoles, pensé en el joven rico, pensé en el joven que se fue a buscar nueva vida con la herencia de su padre. Los apóstoles eran jóvenes, unos no tanto, otros sí. Juan era un muchachito. Y quedaron conmovidos por Jesús, entusiasmados, con ese estupor que produce cuando uno se encuentra con él». Y después añadió con tonos muy locales la siguiente reflexión sobre el joven y la herencia: «Todos esos años fueron años de farra. Gastó la plata en boliche, en vicios, la pasó bien. La plata se le gastó, se acabó. Y de yapa vino una crisis económica, tuvo que buscar trabajo, no había trabajo, y consiguió como cuidador de chanchos».

«Pero Dios es muy bueno», continuó Bergoglio, «lo hizo razonar. Este joven pensó: “Me levantaré, iré a mi padre y diré mi verdad”. Y volvió. La gran sorpresa que se pegó es que el padre lo estaba esperando desde hacía años. El padre le abrazó y le hizo fiesta. Y este gran pecador se encontró con algo que nunca había hecho consciente: el abrazo de la misericordia». El Papa concluyó el mensaje exhortando a los jóvenes a no tener miedo, a mirar a Jesús, a María y a ir hacia adelante.

«“Padre, ¡que soy pecador, soy pecadora!” Él te perdona. Vos andá adelante. Que Jesús los bendiga y la Virgen los cuide, y no se olviden de rezar por mí», concluyó.