Poco después de las 14:00 horas local (12:00 GMT), se abrió el templo a los fieles en general que se quedaron en la plaza vaticana después de la ceremonia de canonización que presidió el papa Francisco la mañana de este domingo.
A pesar del cansancio, ya que muchos durmieron a la intemperie en los aledaños de la Plaza de San Pedro para no perderse la ceremonia, muchos volvieron a esperar horas para entrar en el templo y venerar a los nuevos santos de Iglesia.
La tumba de Juan Pablo II se encuentra en la capilla de San Sebastián y ya desde ayer fue colocada una nueva lápida de mármol con la inscripción "Santus Ioannes Paulus II", que sustituye a la anterior, en la que se le describía como beato desde 2011.
El cuerpo embalsamado de Juan XXIII se muestra en una urna desde su beatificación en el año 2000.(RELIGION DIGITAL)