Durante los coloquios, que transcurrieron en un clima de cordialidad y se desarrollaron en el marco de las buenas relaciones bilaterales entre la Santa Sede y Ucrania, se habló sobre la situación actual, y se ha manifestado el deseo de que todas las partes interesadas colaboren constructivamente en el restablecimiento de la estabilidad política y social del país, en el ámbito del derecho internacional, y promuevan el entendimiento entre los pueblos de la región. Se hizo referencia, además, al papel específico que las Iglesias y las organizaciones religiosas, además de cada creyente, están llamadas a desempeñar para favorecer el respeto mutuo y la concordia entre todos los miembros de la sociedad; ejemplo de este compromiso es la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que se llevará en la vecina Polonia en 2016. Por último, también se mendionó el tema de las posibles iniciativas ulteriores de la comunidad internacional al respecto.
"Espero que con este bolígrafo firme la paz", dijo el Papa al dirigente mientras se lo entregaba como regalo. "Haré todo lo posible" para que se logre, agregó Francisco. El Papa se entretuvo alrededor de 18 minutos con el Primero Ministro ucraniano en la biblioteca privada del Pontífice. Durante el tradicional intercambio de regalos, el dirigente obsequió al Papa una foto de la plaza Maidan durante la fiesta de Año Nuevo, un lugar emblemático de la independencia de su país. "Aquí luchamos por la libertad y los derechos de millones de personas", explicó Yatsenyuk al Pontífice argentino.
El primer ministro de Ucrania decidió reducir su visita a Roma, pues tenía pensado asistir mañana a la doble canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II, y regresar a Kiev "debido a la situación" en el país, según anunció a la AFP su portavoz.(VATICAN INSIDER)