«Sigue siendo siempre válida –recordó el Pontífice– la célebre afirmación de Cicerón en “De Oratore”, parcialmente retomada por el beato Juan XXIII, tan apasionado de estudios históricos, en el discurso de apertura del Concilio Vaticano II: “Historia vero testis temporum, lux veritatis, vita memoriae, magistra vitae”. El estudio de la historia representa, efectivamente –comentó Bergoglio– una de las vías para una apasionada búsqueda de la verdad, que desde siempre existe en el ánimo humano».


El Papa, entre las iniciativas programadas por el Comité de Ciencias Históricas, citó «en particular el congreso internacional en el centenario de la explosión de la Primera Guerra Mundial. En él –dijo el Pontífice– analizarán ustedes los descubrimientos más recientes de la investigación, con especial atención por las iniciativas diplomáticas de la Santa Sede durante aquel trágico conflicto y por la aportación de los católicos y de los demás cristianos en el socorro de los heridos, prófugos, de los huérfanos y de las viudas, en la búsqueda de los desaparecidos, así como en la reconstrucción de un mundo lacerado por aquella que Benedicto XV definió “masacre inútil”». «Todavía resuena hoy, actual como nunca –prosiguió Francisco citando a Pío XII– su fuerte llamado: “Con la paz nada está perdido; con la guerra, todo puede perderse”. Cuando volvemos a escuchar estas palabras proféticas, nos damos cuenta, verdaderamente, de que la historia es “magistra vitae”».(VATICAN INSIDER)