Más de 20.000 personas desfilaron este martes en el centro de Kiev en una demostración de fuerza de la Iglesia ortodoxa de Ucrania fiel al patriarcado de Moscú, que organizó la procesión. Esta Iglesia, en conflicto con las autoridades ucranianas, quería conmemorar el 1033º aniversario de la cristianización de la Rus de Kiev, un Estado medieval que tenía Kiev como capital y se extendía por parte de las actuales Ucrania y la Rusia europea. La marcha partió de un monumento dedicado al príncipe Vladimiro I de Kiev, que ordenó en 988 el bautizo de su pueblo, y desfiló hasta el Monasterio de las Cuevas de Kiev, fundado en el siglo XI y sede actual de la Iglesia ortodoxa del país. Esta movilización se organizó cerca de la visita en agosto del patriarca de Constantinopla, importante figura de la Iglesia ortodoxa que mantiene una tensa relación con el patriarcado de Moscú. "El objetivo principal es demostrar que su Iglesia es la más potente y masiva de Ucrania", dijo a la AFP el politólogo Volodymyr Fessenko. El patriarcado de Constantinopla oficializó en 2018 la creación de la nueva Iglesia ortodoxa ucraniana tras 300 años bajo la tutela religiosa de Moscú. El patriarcado de Moscú, que todavía cuenta con muchos fieles en Ucrania, calificó la decisión de "ilegal" y rompió relaciones con Constantinopla.