Vaticano restringen las misas según el Misal de San PÃo V
19 - 07 - 2021 - GENERALES -
Nuevas directrices del Vaticano restringen las misas según el Misal de San PÃo V. (Fuente: Gaudiumpress)
Hoy ha sido dado a luz el motu proprio “Traditionis custodesâ€, el cual, según interpretan diversos pensadores católicos, es, al menos en la práctica, una abrogación de la Carta Apostólica Summorum Pontificum de Benedicto XVI, que declaraba que si bien “el Misal Romano promulgado por Pablo VI es la expresión ordinaria de la «Lex orandi» («Ley de la oración»), de la Iglesia católica de rito latinoâ€, sin embargo “el Misal Romano promulgado por san PÃo V, y nuevamente por el beato Juan XXIIIâ€, debÃa “considerarse como expresión extraordinaria de la misma «Lex orandi» y gozar del respeto debido por su uso venerable y antiguoâ€. Ahora se declara de modo inequÃvoco que “los libros litúrgicos promulgados por los santos PontÃfices Pablo VI y Juan Pablo II, en conformidad con los decretos del Concilio Vaticano II, son la única expresión de la lex orandi del Rito Romanoâ€. Eso motiva la pregunta de algunos, de si eso significarÃa que la liturgia de acuerdo a la forma antigua, aún serÃa posible de acuerdo a las nuevas disposiciones, pues ya no serÃa una auténtica expresión de esta lex orandi de la Iglesia.
Summorum Pontificum declaraba que era lÃcito “celebrar el Sacrificio de la Misa según la edición tÃpica del Misal Romano promulgado por el beato Juan XXIII en 1962, que nunca se ha abrogado, como forma extraordinaria de la Liturgia de la Iglesiaâ€, y regulaba la celebración en el misal de 1962.
Cambios sustanciales
Con Summorum Pontificum, todo sacerdote de rito latino podÃa rezar su misa en privado (sin pueblo) en el misal de 1962 o en el misal de 1970 a su buen entender; los Institutos de Vida Consagrada o Sociedades de Vida Apostólica que quisiesen celebrar con el misal de 1962 lo podÃan hacer con cierta facilidad; cualquier fiel podrÃa asistir a una misa según el misal de 1962; si en una parroquia un grupo de fieles pedÃa celebrar según el misal de 1962, el párroco “acogerá de buen grado su peticiónâ€; el párroco permitirÃa celebrar según el misal de 1962 en circunstancias particulares, como matrimonios, exequias o celebraciones ocasionales; el párroco podÃa administrar bautismo, matrimonio, penitencia y unción de los enfermos de acuerdo al ritual anterior, después de considerarlo benéfico para las almas; además de otras disposiciones que favorecÃan el misal de 1962. Todo eso ha cambiado con Traditionis custodes.
De acuerdo a las nuevas disposiciones de Traditionis custodes es de “exclusiva competencia†del obispo “autorizar el uso del Missale Romanum de 1962 en la diócesis, siguiendo las orientaciones de la Sede Apostólicaâ€. Las misas con la forma de 1962 ya no se celebrarán en las parroquias; el obispo determinará la iglesia y los dÃas de celebración y el celebrante será directamente delegado por el obispo, celebrante que deberá realizar las lecturas en “lengua vernácula†usando las traducciones aprobadas por los episcopados. El obispo “se preocupará de no autorizar la creación de nuevos grupos†con los que se celebre con el misal de 1962, lo que impedirÃa su crecimiento.
Tras el motu proprio Traditionis custodes, los padres ordenados de hoy en adelante que quieran celebrar con el rito antiguo “deberán presentar una solicitud formal al obispo diocesano, que consultará a la Sede Apostólica antes de conceder la autorizaciónâ€. Y los sacerdotes que ya lo hacen, deben pedir permiso al obispo diocesano para seguir utilizándolo.
Además, los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica, “en su momento erigidos por la Comisión Pontificia Ecclesia Deiâ€, pasarán a depender de la Congregación para los Religiosos, y tanto esta Congregación como la del Culto deben velar porque se cumplan las disposiciones contenidas en el motu propio de hoy.
Francisco afirma que se ha hecho un “un uso instrumental del Missale Romanum de 1962″
En la Carta dirigida a los obispos de todo el mundo acompañando a Traditionis custodes, Francisco afirma que las concesiones de sus predecesores al misal antiguo, eran motivadas sobre todo “por el deseo de favorecer la recomposición del cisma con el movimiento liderado por el arzobispo Lefebvreâ€. Pero que le apena ver que se ha hecho “un uso instrumental del Missale Romanum de 1962, cada vez más caracterizado por un creciente rechazo no sólo de la reforma litúrgica, sino del Concilio Vaticano II, con la afirmación infundada e insostenible de que traicionaba la Tradición y la ‘verdadera Iglesia’â€.
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