Un nuevo capítulo se abre ahora en la deriva doctrinaria de la Iglesia alemana, con las recientes declaraciones de Mons. Bertram Meier, obispo de Augsburgo, quien se manifestó abierto a la bendición de uniones homosexuales. “Nunca rechazo una bendición a las personas que vienen a mí a ser bendecidas”, expresó en el programa de televisión “Müncher Runde”, según reporta KNA. El obispo afirma que una cosa es bendición y que la “sacramentalidad es otra cosa”. Para dar su bendición a esta uniones, el obispo pide solo que se quiera “vivir valores como la lealtad y el compromiso, entonces les doy la bendición”. Confrontado de si esas actitudes no estarían en contra de las directrices de Roma, que en Responsum de la Congregación de la Doctrina de la Fe ratifica la tradición de la Iglesia al negar la bendición a ese tipo de uniones pues no se puede bendecir el pecado, el obispo Meier dice que no hay contradicción y que él lo que hace es evitar “dar la impresión de que es un matrimonio”. La declaración de Mons. Meieir en el programa “Müncher Runde” de la Bavarian Broadcasting Corporation, se suma a otras, como la del presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Mons. Georg Bätziong, obispo de Limburgo, quien afirmó también a KNA que no había gustado de la declaración de Doctrina de la Fe, pues las discusiones que se llevan a cabo de forma intensa en diversos lugares sobre esas materias “no pueden ser simplemente eliminadas del mundo con un argumento de autoridad”.