El sacerdote fue separado de sus funciones durante 4 meses, mientras la arquidiócesis investigaba las quejas de dos hermanos adultos, que alegaban que el clérigo abusó de ellos repetidamente a inicios de la década de los 70’s. El sacerdote, que ha servido en la parroquia de Santa Sabina desde 1975, es famoso por su activismo social y por haberse enfrentado a altas personalidades de la Iglesia. El Cardenal Cupich dijo que el retorno a las funciones del sacerdote se da después de una investigación de la Junta de Revisión Independiente de la Arquidiócesis de Chicago. El abogado de los acusadores, Eugene Hollander, afirmó que sus representados estaban decepcionados y sorprendidos por la decisión tomada, y que no se arrepentían de haber emitido sus acusaciones. “Ambos quedaron absolutamente anonadados – expresó Hollander al Chicago Tribune – pero están muy felices de haber podido decir su verdad”. “El padre Pfleger sabe lo que pasó. … Hay tres personas en el mundo que saben lo que pasó, y mis clientes están contentos de haber tenido la oportunidad de dar a conocer su historia”. En la carta en la que el Cardenal Cupich dirige a los parroquianos de Santa Sabina, afirma que “la junta de revisión ha concluido que no hay suficiente razón para sospechar que el P. Pfleger es culpable de esas acusaciones”. “He pedido al P. Pfleger que se tome las dos próximas semanas para que él mismo se prepare espiritual y emocionalmente para regresar, notando que estos meses han constituido un gran hito para él. Le he agradecido por actuar así”. Reseña de las acusaciones El pasado enero, los dos hermanos dirigieron separados requerimientos a la arquidiócesis acusando al presbítero de abuso décadas atrás. Expresaban que el abuso había iniciado en la iglesia de la Preciosa Sangre, cuando el sacerdote aún era seminarista y ellos miembros del coro. Y que había continuado cuando era diácono en la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y luego en Santa Sabina. El P. Pfleger fue enviado a Santa Sabina en 1981. A inicios de marzo un tercer hombre dijo que el P. Pfleger realizó un avance sexual no querido, cuando él tenía 18 años. En la Carta del Cardenal Cupich no se hacen referencias a ninguna acusación específica.