PelÃcula muestra la fuerza transformadora de la adoración eucarÃstica
15 - 04 - 2021 - CULTURA - Cine
La vida parece que nos come y no nos deja margen para decidir…pero ¿qué pasarÃa si esa persona, ese golpe del destino o ese parón tuvieran un sentido que no esperabas y cambiaran tu mirada y el enfoque de tu vida? (Fuente: Forumlibertas)
Estas son cuatro historias, reales, que se encontraron cara a cara con alguien que muchos no logran ver…aunque Jaime, Carlos, Andrea, Antonio y Sonsoles aseguran que está VIVO y les ha devuelto la vida. Si escuchas Le podrás oÃr y, si miras, Le podrás ver, porque, aunque cueste creerlo: Ahà hay vida.
A decir de los promotores de la pelÃcula “TenÃamos ganas de contar algo increÃble: ¡jamás hubiésemos pensado que un trozo de pan escondiese un misterio tan profundo…y con tanto poder! Hemos convivido con cientos de personas que delante de ese pan blanco, han vivido experiencias liberadoras. Jesús decÃa que él da paz: son tantos los que han recibido una paz que no es de este mundo. No se trata de ninguna persuasión: muchos no sabÃan siquiera qué era ese pan, ni lo que los cristianos creemos: que es el Cuerpo de Cristo Vivo. Aquà no hay ficción ni actores. Queremos contar historias de hoy. Nos parece que es interesante, muy interesante, para creyentes y no creyentes: a todos nos gusta saber los lugares donde se encuentran poderes especiales, energÃas sanadoras. Hemos tenido que escoger, y estas son sólo cuatro de las miles de historias anónimas tan apasionantes como desconcertantes con las que nos encontramos semana tras semana. TenÃamos que contarlas.â€
El director de la pelÃcula, por su parte, afirma que: “Aún recuerdo cómo me dedicaba a grabar mis propias historias con la videocámara de mi padre. La posibilidad de crear personajes fantásticos y héroes y villanos de otros mundos con sólo mis manos y un ordenador era pura adicción. Entre producción y producción, mantuve intacta mi curiosidad fÃlmica realizando algunos proyectos paralelos. Seguir viajando a otros mundos a través de un objetivo siempre ha sido mi motor. En uno de estos viajes, me encontré con un grupo de jóvenes y adultos que me enseñaron que todavÃa existen personas que adoran a un Dios de una manera distinta a la que yo habÃa conocido hasta ese momento. Personas que te cuentan, sin miedo ni vergüenza, que aman a ese Dios. Y que lo aman tanto que no pueden dejar de contártelo, porque la felicidad también se contagia. Todo empezó cuando asistà a la primera Hora Santa y presencié algo que no esperaba. Yo recordaba las misas de mi infancia como algo vacÃo, artificial y automático. Pero lo que habÃa allà era algo totalmente distinto.â€
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