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La Iglesia alemana en dacadencia, un cristianismo que desaparece en Europa
12 - 04 - 2021 - IGLESIA - Europa
El obispo luterano Jobst Schoene explicó que «nos estamos acercando a una situación similar al trágico destino del cristianismo en el Norte de África en los primeros días del islam». En la época romana, Argelia y Túnez eran totalmente cristianas y de ellas salieron Tertuliano y Agustín. Dos siglos más tarde, el cristianismo se había extinguido, sustituido por la civilización árabe-islámica. (Fuente: Infovaticana)

El «nos» del obispo Schoene es el corazón de la vieja Europa: el cristianismo alemán. Alemania se ha impuesto como la cabeza de ariete de la secularización en Europa. Hemorragia de fieles Los números son evidentes. La Conferencia Episcopal Alemana ha anunciado un récord de 272.771 personas que abandonaron la Iglesia en 2019. Un aumento de más de 56.000 respecto a las 216.000 que la habían abandonado en 2019, superando con mucho el precedente récord de 218.000 en 2014. La Iglesia protestante alemana ha visto un descenso similar: 270.000 dejaron de pertenecer a ella en 2019, un aumento del 22% respecto al año anterior. La tendencia es aterradora. En un estudio encargado por la Conferencia Episcopal, los investigadores de la Albert-Ludwig-Universität de Friburgo han concluido que el total de las confesiones cristianas -sumando las católicas y las protestantes- pasarán de los actuales 45 millones a 34 millones en 2035, y en cuarenta años se habrán reducido a 22 millones. El número de protestantes en la generación siguiente caerá de los actuales 21,5 millones a 10.5 millones, y el de los católicos de 23 millones a 12,3 millones. Los miembros de las iglesias entre los 25 y los 40 años ya no están bautizando a sus hijos. Si los tienen. Porque los cristianos cada vez tienen menos hijos. Erfurt, la capital luterana de Turingia, tiene la mitad de niños que tenía en 1990. Bitterfeld-Wolfen ha visto como su población caía de 75.000 personas en 1989 a las 40.500 de hoy en día. En Köthen, donde Johan Sebastian Bach compuso los Conciertos de Brandenburgo, son todos ancianos, hay poquísimos niños. El gran frío de las vocaciones Faltan niños y faltan sacerdotes. En 1963, las ordenaciones en Alemania fueron 400; en 1993 bajaron a 238; en 2013 a 98; en 2015 a 58… Lo revela una encuesta del periódico de la muy católica Baviera, el Süddeutsche Zeitung. «La Iglesia católica en Alemania se enfrenta a una dramática carencia de sacerdotes. Nunca tan pocos hombres se ordenaron sacerdotes católicos como el año pasado». La diócesis de Maguncia tampoco ha ordenado a ningún sacerdote en un año. «Es una tendencia alarmante», ha dicho Thomas Sternberg, presidente del Comité central de los católicos alemanes (Zdk), que explica que «el año pasado, de cada once sacerdotes que llegaron a la edad de jubilación solo hubo una ordenación». «El número de los candidatos al sacerdocio católicos ha disminuido de los 594 de 2011 a los 211 actuales», explica Heinrich Timmerevers, obispo de Dresde-Meissen. Ha caído el número de seminaristas. Solo tres seminarios diocesanos -Mainz, Múnich y Münster- pueden seguir abiertos, como ha comprobado el grupo de trabajo de la Conferencia Episcopal Alemana, copresidido por Timmerevers. Los protestantes están huyendo en masa del cristianismo. «Alemania como país de la Reforma es algo del pasado», ha escrito Astrid Prange en Deutsche Welle. En Alemania, la cuna del protestantismo, un estudio llevado a cabo por la Universidad de Münster ha revelado que la afiliación a las iglesias protestantes ha caído del 59% al 29% en pocos años. Los protestantes se extinguirán en poco más de una generación. «¡Ayuda, que se cae!», ha titulado el Zeit, poniendo en la portada una iglesia. «Las iglesias han calculado su futuro, pero ahora casi nadie habla del nuevo estudio sobre su final», escribe el primer semanal alemán. Iglesias cerradas Según Dretlef Pollack, profesor de sociología religiosa en la Universidad de Münster, apenas el 4% de los ciudadanos protestantes alemanes va hoy en día con regularidad a la iglesia, respecto al 15% que lo hacía en 1950. En el Estado de Sajonia-Anhalt, donde se encuentra la Wittenberg de Lutero, solo el 13,8% de la población pertenece a la Iglesia protestante. La Iglesia evangélica alemana ha perdido, de 1990 a 2016, ocho millones de miembros. Un estudio para la Evangelische Bank, un banco alemán vinculado a la principal Iglesia protestante, reproduce las entrevistas a 145 administradores de edificios en 126 distritos eclesiásticos. El 90% de ellos declara que ha vendido bienes en los últimos cinco años. Además, el 69% tiene intención de vender más edificios en futuro. El protestantismo alemán ha sido puesto en venta. Solo en Essen, en el centro de Alemania, se cerrará un cuarto de las iglesias. Un estudio del Dresdner Bank prevé que, en los próximos años, la mitad de las iglesias de Alemania deberán cerrar o ser habilitadas para otros usos. Se pierden las historias de los lugares de cultos que han sido desconsagrados: la iglesia de San Rafael, en Berlín-Gatow, ha sido cerrada y reestructurada para acoger un centro comercial; la iglesia parroquial de Neuruppin (en el nordeste del país) ahora se utiliza como centro de congresos para directivos; en la iglesia de San Martín, en Bielefeld (oeste del país), ahora se organizan fiestas y banquetes de boda; la iglesia de Milow (este del país) ha sido transformada en la sucursal de una caja de ahorros. Veamos el caso de Frankfurt. En los años 50, cuando Konrad Adenauer era canciller, en esta ciudad vivían 430.000 protestantes. Hoy son 110.000 mil. La consecuencia es que un cuarto de las iglesias de la ciudad ha cerrado. Una de las diócesis católicas más antiguas del país, Tréveris, pasará de 172 a 35 parroquias, con una reducción del 80%, como ha anunciado la portavoz, Judith Rupp. «La fe se ha evaporado», ha dicho un melancólico cardenal Friedrich Wetter, arzobispo de Múnich de 1982 a 2007, cargo que antes había sido de Joseph Ratzinger. La archidiócesis de Múnich ha atraído en un año a un solo candidato al sacerdocio. En toda la archidiócesis de Múnich, tierra de origen de Benedicto XVI, actualmente hay apenas 37 seminaristas en los distintos estadios de formación, frente a un número de casi 1,7 millones de católicos. En comparación, la diócesis estadounidense de Lincoln, en Nebraska, tiene actualmente 49 seminaristas para unos 96.000 católicos. La archidiócesis de Colonia es la más grande de Alemania y una de las más ricas del mundo, pero prevé reducir sus parroquias de 500 a 50 antes de 2030. Tendencias irrefutables En 2001, el entonces cardenal Joseph Ratzinger dijo a su futuro biógrafo, Peter Seewald: «La Iglesia se reducirá numéricamente. Cuando hice esta afirmación me llovieron de todos lados reproches porque dijeron que era pesimista. Hoy, todas las prohibiciones parecen haber caído en desuso, salvo en lo que atañe a lo que se llama pesimismo y que a menudo no es más que sano realismo. En una ciudad como Magdeburgo, el porcentaje de cristianos es solo del 8% de la población, incluidas -¡ojo al dato!- todas las confesiones cristianas. Los datos estadísticos muestran unas tendencias irrefutables». Hace años que se sabía de la descristianización radical de todos los países del centro y norte de Europa: Suiza, Holanda, Inglaterra, Suecia, Dinamarca… Ahora la secularización está desangrando los antiguos «bastiones» católicos: España, Francia, Portugal, Irlanda, Alemania…. En 1996, hablando con los periodistas del Spiegel, el filósofo alemán Martin Heidegger declaró: «Solo un Dios puede ya salvarnos». Vale, pero ¿cuál?