Pero el declinio se da especialmente a partir del año 2000, cuando esa estadística era del 70%; en el 2010 era del 61% y ahora 47% en el 2020. Una estadística que por el contrario ha aumentado, es la de los americanos que manifiestan no tener ninguna preferencia religiosa, que hoy son alrededor del 21% de la población. La afiliación a un culto disminuye con la edad: El 66% de los adultos estadounidenses nacidos antes de 1946 pertenecen a una iglesia, en comparación con el 58% de los baby boomers, el 50% de los de la Generación X y el 36% de los millennials. La más alta caída de afiliación a la Iglesia es entre los católicos No todos los que se dicen, por ejemplo, católicos, están ‘afiliados’ a una comunidad católica, una parroquia. Pero este dato también es revelador. En el año 2000 alrededor de 76% de los que se afirmaban católicos se decía afiliado a una comunidad católica. Hoy ese dato ha bajado a un 58%, es decir casi 20%. Afirma Gallup que esa estadística corresponde al fuerte descenso de la cifra de católicos que van a misa. Esto es bastante más que en el caso de los protestantes. En el 2000, 73% estaban afiliados a una comunidad protestante. Hoy son un 64%. Un dato importante: la ‘membresía’ a una comunidad religiosa, tanto en protestantes como católicos, disminuye menos entre aquellos que son políticamente conservadores, republicanos, adultos casados y graduados universitarios. Y disminuye más entre residentes del Este de los EE.UU. y los demócratas.