La fiscalía de Colonia no investigará al cardenal Rainer Maria Woelki (64). Un portavoz lo ha confirmado a petición del interesado, tal y como informa este martes el diario «Bild». «Nos negamos a emprender investigaciones, porque no se han podido determinar pruebas suficientes de una conducta delictiva por parte del arzobispo», dijo Ulf Willuhn, de la fiscalía de Colonia. A principios de marzo se supo que al menos diez personas habían presentado cargos contra Woelki por obstrucción a la justicia. El trasfondo es el debate sobre el proceso de abusos en la archidiócesis, que lleva meses. Woelki no ha permitido que se publique un primer peritaje de abusos del bufete de abogados de Múnich Westpfahl Spilker Wastl (WSW), porque lo considera defectuoso y sin seguridad jurídica. Al mismo tiempo, se anunció un segundo peritaje del bufete de abogados Gercke & Wollschläger en otoño, que se publicará el 18 de marzo. Dos razones para no investigar Tras recibir las acusaciones, la fiscalía de Colonia examinó si existía una sospecha inicial contra Woelki. Como ha anunciado ahora, hay dos razones para no investigar. «Por un lado, es incorrecto que el arzobispado o el arzobispo nos oculten el dictamen del bufete de abogados de Munich. Esta opinión de expertos se puso a nuestra disposición», dijo Willuhn. Actualmente, dijo, la fiscalía está examinando si hay planteamientos penales en el peritaje. «Hasta ahora, no er el caso», dijo el portavoz. La segunda razón es que, en principio, el cardenal no está obligado a transmitir las conclusiones directamente a la fiscalía, dijo Willuhn. Después de la publicación del nuevo peritaje, el primer peritaje, que no se publicó debido a las reservas sobre el derecho a expresar la propia opinión, también estará disponible para su inspección a partir del 25 de marzo. Las personas afectadas, los representantes de los medios de comunicación y el público podrán entonces establecer su propia comparación entre los dos dictámenes de los expertos, anunció el viernes la archidiócesis. Mientras tanto, Woelki anunció que, tras la presentación del informe sobre los abusos, los cargos de responsabilidad de la archidiócesis serían relevados temporalmente de sus funciones si fuera necesario. Queda claro así que la acusaciones contra el cardenal por parte de los sectores más liberal radicales de la Iglesia en Alemania, que están en plena campaña contra él, no tienen fundamento alguno.