Como una medida obligatoria para los ciudadanos israelíes, cerrarán preventivamente la mezquita de Aqsa hasta que los musulmanes decidan vacunarse. Musulmanes no podrán entrar a la mezquita del Monte del Templo si no se colocan la vacuna contra el Covid. Sólo el 13% de la población adyacente al lugar se ha vacunado. Por órdenes del alcalde de Jerusalén, Moshe Lion, a menos que no se vacunen en grandes grupos, no podrán acceder al templo. “Recuerden lo que les estoy diciendo. Quien no se vacune no volverá a la rutina. Los que se vacunan se están haciendo un favor. No me hacen ningún favor. Si no quieren ser vacunados, que no se vacunen”, dijo Lion en una reunión con funcionarios de salud y líderes árabes de las comunidades en Jerusalén Este. “Pero no se les permitirá entrar en los hoteles. No se les permitirá la entrada a las mezquitas. No se les permitirá ingresar a las escuelas. Pero para entonces, estarán preguntando por qué no les advertimos”, continuó. “Si no llamamos a la gente, los obligamos a salir de sus casas, no se vacunarán. Son apáticos. Pronto sentirán la presión cuando todos comiencen a regresar al trabajo. Entonces dirán: ‘¡Espera! No te vacunaste. Ahora tienes que quedarte en casa’”, agregó. Asistentes a la reunión expresaron su preocupación por esta medida, pues muchos tienen personal a su cargo y negocios que son necesarios para su sustento, por lo que el alcalde Lion expresó estar de acuerdo y que las vacunas son para protegerlos a todos. Otros más se mostraban complacidos con las nuevas medidas que los colocan en una postura más firme con respecto a los contagios por Covid; la cual se hace justo a un mes de la fiesta de ayuno de Ramadán, la cual dura 30 o 31 días y participan muchos creyentes musulmanes. “En dos meses será el Ramadán. Si no se vacuna, no se le permitirá entrar a la mezquita. No se le permitirá regresar al trabajo. Si no se vacuna, no se le permitirá subir al tren. No se le permitirá la entrada a los consultorios médicos. Así debe ser”, dijo el jefe de las comunidades árabes de Jerusalén. Hasta ahora, sólo el 13% de los residentes árabes en Jerusalén Oriental han recibido la vacuna; quienes desean ir al Monte del Templo son separados en grupos de 10 personas por barreras y los policías multan a quienes no lleven mascarilla.