El ejército ha derrocado al gobierno de Aung San Suu Kyi, acusándolo de no investigar acusaciones de fraude en las pasadas elecciones de noviembre, que ganó la Liga Nacional para la Democracia, el partido de gobierno. En mensaje emitido hoy, el purpurado calificó el golpe militar de “inesperado” y dijo que estaba orando “por el fin por siempre de la oscuridad periódica que envuelve a nuestra querida nación”. “El mundo ha reaccionado con conmoción y agonía a lo que ha sucedido. Cuando, en 2015, el Ejército efectuó una transición pacífica al gobierno electo, eso ganó la admiración del mundo. Hoy el mundo intenta entender lo que salió mal en los años siguientes. ¿Hubo una falta de diálogo entre las autoridades civiles electas y el Tatmadaw [las fuerzas armadas de Myanmar]? ” manifestó el Cardenal. El Cardenal lamentó la medida “unilateral” del ejército, y manifestó también sus dudas sobre las promesas hechas por éste de convocar elecciones multipartidistas en un año. El Cardenal Bo también invitó al pueblo de Myanmar a que no regrese a la violencia para protestar por el golpe: Hemos derramado suficiente sangre. Que no se derrame más sangre en esta tierra. Incluso en este momento tan difícil, creo que la paz es el único camino, la paz es posible. Siempre hay formas no violentas de expresar nuestras protestas ”, dijo.