El arzobispo de Arequipa acusa al gobierno por el cierre de templos
02 - 02 - 2021 - IGLESIA - América
Mons. Javier Del RÃo Alba, Arzobispo de Arequipa, ha criticado la decisión del gobierno peruano de cerrar completamente todos los templos y lugares de culto en el paÃs, mientras que se permite que abran bancos, centros comerciales y restaurantes con un 50% de aforo. (Fuente: Infocatolica)
Mons. Del RÃo asegura que «las recientes medidas dadas por el gobierno para afrontar la segunda ola de la pandemia del COVID-19 ponen de manifiesto, una vez más, que nuestros gobernantes no comprenden a la sociedad peruana ni a quienes la integramos».
Tras recordar que el 95% de los peruanos profesan alguna religión según la cual la «persona humana» no es sólo materia, sino que es un ser a la vez corporal y espiritual, es evidente que «nuestros actuales gobernantes no comparten esa visión y a la ya criticada contraposición entre salud y economÃa añaden ahora una más grave e infundada contraposición entre salud fÃsica y salud espiritual».
Y señala el alcance de las medidas gubernamentales
«AsÃ, han dispuesto el cierre total de los templos y centros de culto en casi todo el Perú, mientras que en los mismos lugares se permite el funcionamiento de bancos, centros comerciales y hasta restaurantes, con un aforo que puede llegar hasta el 50%. Impedir incluso que los fieles oren de modo individual y con un aforo mÃnimo en los templos, que es lo más reciente dispuesto por el gobierno, viola la dignidad de los peruanos y los desampara ante sus necesidades espirituales.»
El prelado indica que «el incontable número de mártires en los veintiún siglos de vida de la Iglesia es testimonio de la importancia que para los cristianos tiene escuchar juntos la Palabra de Dios, participar en la celebración de la EucaristÃa y acceder libremente al templo en el que reconocemos la presencia real de Cristo»
«Lo correcto», concluye, «serÃa que se preocupen por la salud integral de los peruanos, que no se reduce a la salud fÃsica, sino que incluye aquella espiritual, y que se permita la apertura de los templos y las celebraciones cultuales, con las debidas medidas de bioseguridad que, por lo demás, hemos venido cumpliendo desde hace meses».
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