La misa de la fiesta del Bautismo del Señor, por tanto, fue dicha en la iglesia de San Juan Bautista en Qasr Al-Yahud, santuario construido en 1956, a orillas del Jordán. Huyeron en la guerra de los seis días Los franciscanos tenían propiedad sobre los 135 acres que componen la propiedad donde está el santuario, desde 1632. Pero en la guerra de 1967, conocida como la guerra de los 6 días, tuvieron que huir de ahí. Y aunque las autoridades israelíes abrieron el lugar a peregrinaciones en el 2011, el desminado de la zona solo fue concluido en octubre de 2018. En octubre del año pasado le fueron devueltas las llaves del santuario a los frailes, quienes comenzaron a acondicionar el santuario en el que ayer se celebró la eucaristía. La última misa había sido ofrecida el 7 de enero de 1967, por un sacerdote inglés y uno nigeriano. “Hoy, 54 años y 3 días después, podríamos decir al inicio del año 55 desde que se cerró el lugar, al final de esta celebración de la Eucaristía, estaremos reabriendo este mismo lugar, daremos la vuelta a la página y podremos escribir nueva página hoy, 10 de enero de 2021, y firmar con nuestros nombres, para dar testimonio de que este lugar, que había sido transformado en campo de batalla, campo minado, vuelve a ser campo de paz, un campo de oración”, dijo el Fraile Patton, quien celebró la eucaristía. Después de la misa hubo una sentida y simbólica procesión, desde al altar hasta la orilla del Jordán tuvo lugar, y ahí en el río simbólico los franciscanos leyeron un pasaje del libro de los Reyes. El celebrante, P. Patton sumergió sus pies en el Jordán como Cristo 20 siglos atrás. El párroco de la parroquia de Jericó dio la bienvenida a los franciscanos tras 5 décadas de ausencia: “Estamos encantados, en este día tan especial, de que la Custodia de Tierra Santa, con la ayuda de Dios, después de más de medio siglo, haya podido regresar a la iglesia latina de San Juan Bautista”, dijo. “Que sea un lugar donde todos los que entren encuentren la gracia de Dios”.