Pell asegura que vivió una especie de “retiro espiritual†en prisión
22 - 12 - 2020 - GENERALES -
El Cardenal George Pell, injustamente encarcelado durante poco más de un año en Melbourne (Australia) acusado de abusos que no cometió, describió su paso por prisión como una especie de “retiro espiritual†en el que vivió un tiempo lleno de “gracia y donâ€. (Fuente: Aciprensa)
Asà lo indicó el ex prefecto de la SecretarÃa de EconomÃa en el Vaticano en una conferencia de prensa llevada a cabo la semana pasada para conmemorar la publicación del primer volumen del “Diario de la prisión†el 9 de diciembre.
Durante sus 404 dÃas en prisión, el Cardenal Pell dijo que mantuvo el diario como un “registro histórico de una época extrañaâ€, y que esperaba que algún dÃa se publicara como una ayuda para otros que atraviesan tiempos difÃciles.
Debido en parte a su fama y a la naturaleza de los delitos por los que habÃa sido condenado, el Purpurado fue mantenido en confinamiento solitario durante 23 horas al dÃa.
“Sentà que mis reflexiones podrÃan ayudar a la gente, no solo a los que están en la cárcel, sino a las personas que atraviesan tiempos difÃcilesâ€, explicó el Cardenal Pell el 16 de diciembre.
Mientras estuvo encarcelado, no pudo celebrar la Misa durante más de 400 dÃas. Esta fue la primera vez en su medio siglo de sacerdocio en la que no pudo celebrar. El Cardenal Pell dijo que “no fue tan malo como podrÃa haber sido†y que “tenÃa que dar lo mejorâ€.
A pesar de la privación, dijo: “SabÃa que Dios estaba conmigoâ€. Aseguró que las autoridades de la prisión fueron “decentes†con él. “Siempre me permitieron tener mi breviario, desde la primera noche. Al final me dieron una Biblia cristianaâ€, explicó.
Dijo que “rezaba constantemente†y podÃa recibir la Comunión una vez por semana, y que veÃa regularmente “dos o tres†servicios evangélicos protestantes los domingos.
“Critiqué sus sermones, pero de muchos de ellos saqué mucho provechoâ€, dijo, y agregó que el haber visto los cultos protestantes, que no tienen un calendario litúrgico, le hizo darse cuenta de “cuán maravilloso es el año litúrgicoâ€.
“Nos mantiene en movimiento, nos señala las últimas cosas, nos recuerda la encarnación y la redención. Es una forma de actuar muy básica, rudimentaria y hermosa que hemos tomado de los judÃos, y somos inmensamente mejoresâ€, aseguró.
Si bien reconoce que “no hubiera elegido†pasar más de un año en prisión, considera la experiencia como “una gracia y un donâ€. “Dios escribe derecho con lÃneas torcidasâ€, afirmó.
En la cárcel, el Cardenal Pell tuvo un cambio de ritmo en su estilo de vida con respecto a lo ajetreado que fue ser sacerdote y obispo, y dijo que veÃa “mucho deporte†en la televisión. Tuvo acceso a un gimnasio cuando era liberado por una hora del aislamiento.
El Purpurado se refirió a las “muchas cosas buenas†que resultaron de su sentencia de prisión, incluidas cartas de apoyo de amigos, extraños e incluso compañeros de prisión. Dijo que algunos de los guardianes eran “bastante amigables†y que con frecuencia recibÃa artÃculos, libros y contenido “intelectualmente estimulanteâ€.
“Me impresionó la bondad de mucha genteâ€, dijo el Cardenal Pell, y destacó a la “monja maravillosa†que hizo “un trabajo maravilloso†como capellán de prisión.
El dÃa que se desestimó su condena, el Purpurado agradeció el apoyo que recibió de su vecino en prisión.
“El tipo de la celda de al lado; está un poco loco, es un asesino en masa, pero la mañana que iba a buscar mi apelación, gritó y me deseó lo mejorâ€, recordó.
Prison Journal, Volume 1: the Cardinal Makes His Appeal, de George Cardinal Pell, fue publicado por Ignatius Press y ya está disponible.
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