Ocurrió en la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario en Antímano, un barrio muy pobre de las afueras de la capital venezolana. Está a cargo de  dos sacerdotes Siervos de la Trinidad. El viernes pasado tuvieron la desgracia de sufrir la profanación del Sagrario en el templo parroquial. De noche entraron y consiguieron llevarse un copón con formas pequeñas y una píxide con la forma grande para la Exposición eucarística. Podían haberse llevado cosas de valor material pero no lo hicieron, lo cual nos confirmaba casi con total seguridad que el robo fuera para cultos satánicos, ya que allí además abundan las sectas diabólicas.
Se inició una cadena inmensa de oraciones, pidiendo por un lado y por otro (difundiéndolo mucho por internet) oraciones de reparación por la profanación. Pues bien, ayer, el ladrón se arrepintió, acudió a otra parroquia e hizo entrega de todo: el copón con las hostias y la píxide con la forma grande. Reconoció haber consumido algunas formas pequeñas, pero aseguró que no habían sido utilizadas para los horribles fines que muchos se imaginaron.(Cigoña)