Boom de vocaciones en el monasterio de dominicas de EE.UU.
08 - 10 - 2020 - IGLESIA - América
El único hecho no es solo que los cristianos ‘culturales’, esos que se dicen católicos por una débil tradición, después de la pandemia, no hayan regresado a misa cuando ya se podÃa. (Fuente: Gaudiumpress)
Los sufrimientos propios de estos dÃas y el aislamiento, como noticia ReligionenLibertad, también han movido a que muchos se pregunten por el sentido de su vida, oren, tal vez por vez primera, o que incluso algunas personas se hayan decidido por la vocación religiosa.
Diócesis como las de Getafe, en España, han aumentado en un 40 por ciento el número de seminaristas.
En Michigan, un boom de vocaciones en una comunidad de hermanas dominica
Pero lo que es digno de elogio es lo que ocurre con las Hermanas Dominicas de MarÃa Madre de la EucaristÃa, en Ann Arbor, Michigan, EE.UU., una comunidad de más de 150 religiosas, donde la media de edad es de 32 años.
La comunidad ya era famosa por sus retiros vocacionales, donde pescaban numerosas seguidoras, pero lo que sorprende es que aún con la pandemia y la parálisis que trajo, 18 señoritas decidieron en estos dÃas dejar su vida en el mundo para seguir su vida con el hábito blanco de estas seguidoras de Cristo.
“Llamo a mi vocación un milagro COVID, porque la mayor parte de mi discernimiento ocurrió durante la pandemia†dice la postulante Genoveva, natural de Phoenix. “No tener acceso a los sacramentos realmente me mostró que toda mi vida giraba en torno a ir a misa y poder adorar a Cristo en la EucaristÃaâ€, expresa Jenna, postulante que vino desde Nueva York.
Autumn no descuidó su vida de oración durante la pandemia, sino que seguÃa las adoraciones al SantÃsimo por internet: “Mi familia se acostumbró a ver una nota adhesiva con la palabra ‘Rezando’ pegada a mi puerta para que pudiera tener un poco de paz y tranquilidadâ€. Pero en esas jornadas de piedad maduró su decisión, y atendió a llamado.
“Encontré consuelo en el hecho de que, aunque en ese momento estaba separada fÃsicamente de Cristo en la EucaristÃa, en solo unos meses comenzarÃa a vivir la vida como una esposa de Cristo y me esforzarÃa por estar con él para toda la eternidadâ€, manifiesta Jenna de Nueva York.
En esa lÃnea se expresa Rory, de Michigan City, Indiana: “No quiero nunca volver a separarme de Él, asà que la próxima vez que haya una pandemia, el único lugar donde quiero estar es en un conventoâ€.
La ceremonia de recepción de una postulante es algo muy importante, muy simbólico, es la entrada a un mundo muy diferente del que se deja, y una entrada que se piensa como vitalicia, como eterna.
Por eso la decisión que debÃan tomar las 18 postulantes les era muy importante:
TenÃan la opción – debido a la pandemia – de que las familias las pudiesen acompañar, pero en una celebración corta, con distanciamiento y al aire libre. O que la ceremonia se realizase al interior de la capilla de la Casa Madre, completa, pero sin la asistencia de sus seres queridos.
Todas optaron por la ceremonia completa, pues querÃan significar su decisión con todos los ritos. La familias seguirÃan la transmisión por internet; con lágrimas algunos, pero al mismo tiempo con alegrÃa.
Con información de ReligionEnLibertad
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