Trump nomina a una madre católica para la Corte Suprema
28 - 09 - 2020 - GENERALES -
Es Amy Coney Barrett, de 48 años, casada y con siete hijos, dos haitianos adoptados. Provida, integra organización ecuménica de laicos. En 2017, en su nominación para la Cámara de Apelaciones, los demócratas intentaron vetarla por sus valores y su fe. (Fuente: Valoresreligiosos)
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó oficialmente a Amy Coney Barrett como su nominada para llenar el puesto vacante en la Corte Suprema dejó por la muerte de la jueza Ruth Bader Ginsburg.
Trump presentó a Coney Barrett en una conferencia de prensa en el JardÃn de las Rosas de la Casa Blanca. Ahora se espera que el comité judicial del Senado programe audiencias con miras al voto en la cámara alta, que podrÃa realizar una multa de octubre.
Al anunciar la nominación de Amy Coney Barrett, el presidente de Estados Unidos recordó que "esta es mi tercera nominación" para jueces de la Corte Suprema. "Hoy es mi honor nominar a una de nuestras mentes legales más brillantes y dotadas".
Trump aseguró que Coney Barrett es "una mujer de logros incomparables, intelecto imponente, credenciales excelentes y lealtad inquebrantable a la Constitución", asà como "eminentemente calificada" para la Corte Suprema.
Por su parte, la nominada a la Corte Suprema dijo sentirse "profundamente honrada" por la decisión de Trump. "Prometo cumplir con las responsabilidades de este trabajo con lo mejor de mis habilidades", agregó.
Nacida en Nueva Orleans como la mayor de siete hermanos, Coney Barrett se graduó en Rhodes College antes de recibir una beca completa en la Escuela de Leyes de Notre Dame, donde se graduó en el primer lugar en su clase.
Coney Barrett trabajó con el juez Laurence Silberman y con el fallecido juez de la Corte Suprema Antonin Scalia, antes de entrar a la práctica privada. Regresó a la Escuela de Leyes de Notre Dame e impartió clases en 2002 antes de convertirse en profesora en 2010.
La jueza ha elogiado a Antonin Scalia como un mentor intelectual asà como por su dedicación al textualismo, que sostiene que la Constitución deberÃa ser interpretada con el contexto con el que fue escrita.
En un evento realizado en noviembre de 2016 en Jacksonville, al referirse a una vacancia previa en la Corte Suprema, Barrett dijo que Scalia “resistió la noción de que la Corte Suprema deberÃa estar en el negocio de imponer sus puntos de vista de costumbres sociales sobre el pueblo estadounidense â€, y que él pensaba que deberÃa depender de“ de la gente decidir â€cosas en la Constitución que no estaban explÃcitamente prohibidas o permitidasâ€.
La selección de Coney Barrett fue muy anticipada, con muchos medios de comunicación señalándola como la principal candidata para la nominación. Ya habÃa enfrentado antes del escrutinio y la crÃtica concertada de algunos medios de comunicación debido a su fe católica.
Durante su audiencia de nominación en 2017 para el Tribunal de Apelaciones del Séptimo Circuito, la senadora Dianne Feinstein, del Partido Demócrata, cuestionó a Coney Barrett por sus valores personales y su fe, diciendo que “cuando se lee sus discursos, la conclusión que uno obtiene es que el dogma vive carbonatado dentro de usted. Y eso es de preocupar â€.
Apenas dos semanas después de que fuera confirmada para el Tribunal de Apelaciones del Séptimo Circuito, fue añadida a la lista de potenciales elecciones de Donald Trump para la Corte Suprema, y ​​se rumoreó que habrÃa sido una de los finalistas para reemplazar al juez Anthony Kennedy tras su retiro en 2018.
Coney Barrett y su esposo tienen siete hijos, incluidos dos haitianos adoptados. En una entrevista en un evento de ex alumnos de Notre Dame en Washington DC, la jueza dijo que criar niños es “donde tienes que tener tu mayor impacto en el mundoâ€, y que ella no podrÃa imaginar algo más grande.
En medio de un renovado escrutinio de la vida personal y la fe de Coney Barrett, y enfrentando un difÃcil proceso de confirmación de ser nominada, Robert George, profesor de la Universidad de Princeton, advirtió de las crÃticas anti-católicas usadas contra la jueza.
“Uno habrÃa esperado que, habiéndose avergonzado a sà mismos la última vez, y habiendo despuntado su lanza sobre la jueza Barrett atacando su religión, tuvieran más cuidado esta vez de exponer su intolerancia a la vista del público. Pero no â€, dijo en Twitter.
Durante las audiencias de confirmación, también se cuestionó sobre la relación de Coney Barrett con la organización laica People of Praise (Pueblo de Alabanza).
People of Praise ha sido presentada en los medios de comunicación como un “cultoâ€, y ha sido criticado por una práctica, que ha sido cambiada, que llamaba a los lÃderes “cabezas†y “doncellasâ€, en referencia a pasajes bÃblicos.
Pero el grupo es una expresión ordinaria del deseo cristiano de comunidad y santidad y no una causa de preocupación, dijo el obispo Peter Smith, miembro de la organización, a CNA.
People of Praise fue fundada en 1971 como parte de un “gran surgimiento de ministerios laicos y movimientos en la Iglesia Católicaâ€, siguiendo al Concilio Vaticano II. El grupo comenzó con 29 miembros que formaron una “alianza†-un acuerdo, no un voto- de seguir principios comunes, dar un porcentaje de ingresos anuales al grupo y reunirse para proyectos espirituales, sociales y de servicio.
Las comunidades de alianza, protestantes y católicas, surgieron en Estados Unidos en la década de 1970, como una parte del movimiento de Renovación Carismática en el cristianismo de ese paÃs.
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