Mons. Carlos Avilés, Vicario General de la Arquidiócesis de Managua, ha pedido oraciones por la Iglesia motivado por el ataque de que fue objeto la Catedral de Managua el pasado viernes 31 de julio, cuando un vándalo puso fuego con una bomba molotov a una capilla de la catedral, causando serios daños a la imagen de la Sangre de Cristo, de más de 300 años de antigüedad, entre otras afectaciones.

Ver también: Ataque a la Catedral de Managua con bomba molotov

Mons. Avilés declaró sin ambages que la Iglesia en el país sufre una persecución abierta por parte del gobierno.

Mons. Avilés recordó otros ataques contra la Iglesia
En entrevista con EWTN, el prelado señaló que no sabe específicamente quien es el responsable del ataque a la Catedral, “pero ya hemos tenido varios actos de vandalismo en otras capillas recientemente, lo cual hace indicar que hay un plan orquestado”.

Mencionó entre esos otros ataques el realizado contra la capilla Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en el municipio de Nidirí, Masaya, el pasado 29 de julio, cuando vándalos no sólo robaron la custodia y el copón, sino que también pisotearon las hostias en señal de odio anti-católico.

“Los únicos que han amenazado ha sido el Gobierno, públicamente han estado hablando en contra de los obispos, que son ‘terroristas’, que son ‘golpistas’, y han estado criticando a la Iglesia”, expresó Mons. Avilés.

“Denunciamos a nivel nacional y a nivel internacional la acción irracional del Gobierno de reprimir violentamente y de no valerse de ayuda humanitaria como la que ofrece la Iglesia”, señaló.

Una persecución abierta contra la Iglesia

Resaltó el Vicario General que existe una “persecución abierta contra la Iglesia” en Nicaragua, patentizada en hechos como la presencia de la Policía en torno a los templos para registrar matrículas de autos de personas que van a misa.

Otro ejemplo de esta persecución abierta gubernamental es el trato dado al “P. Román que apoyó a unas madres en huelga, prácticamente encerraron la parroquia una cuadra alrededor, cortaron la luz, cortaron el agua, y así lo tuvieron un par de semanas”, dijo.

Para Mons. Avilés “el Gobierno lo ve todo en un matiz político, creyendo que nosotros queremos tener poder, o más propaganda, o quién sabe qué pensarán”, resaltando que la verdad que transmite la Iglesia incomoda a ciertas autoridades.

“Le molesta que la Iglesia diga la verdad, le molesta que la Iglesia sea pacífica, le molesta que la Iglesia esté defendiendo los derechos más elementales de las personas”, indicó. “Eso ha granjeado pues esta persecución a la Iglesia, pero vamos a seguir adelante”, finalizó.