Tras la firma del Presidente turco Recep Tayyip Erdogan sobre la decisión del Tribunal Supremo turco de transformar la Iglesia de Santa Sofía en una mezquita, el Consejo de Iglesias de Oriente Medio emitió una declaración a través de su Secretaría General en la que considera que esta decisión es un ataque a la libertad religiosa, libertad que se ha convertido en la piedra angular de la conciencia internacional y que está protegida por las leyes internacionales.

Por consiguiente, el MECC pide una posición decisiva a las Naciones Unidas y a la Liga de los Estados Árabes mediante la presentación de un recurso de apelación contra la decisión del Tribunal Supremo de Turquía de hacer justicia sobre la base de los principios de la libertad religiosa, así como de preservar el simbolismo histórico representado por la Iglesia de Santa Sofía.

La declaración añade:

«El elemento más peligroso es que esta decisión se enmarca en el contexto del camino de coexistencia cristiano-musulmán, cuya manifestación más destacada fue el 4 de febrero de 2019 en el "Documento sobre la fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común", que concluyó en la histórica reunión entre el Papa Francisco y el jeque Al-Azhar Al-Sharif Ahmed Al-Tayeb, así como todas las iniciativas ecuménicas y los diálogos interreligiosos de los últimos tres decenios, lo que hace que esta decisión vaya más allá de un mero proceso de convergencia sobre el bien común y la paz frente al radicalismo y el extremismo».

La declaración concluye:

«Tras esta decisión, hacemos un llamamiento a todo el mundo para que se mantenga unido y concienciado, y pedimos a las autoridades sociales y religiosas que viven en Turquía que se movilicen a todos los niveles para poner fin a esta agresión y transgresión de manera que se preserve el verdadero significado de la coexistencia en todo su alcance».