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De Soros a la UE, Polonia es el blanco de la ideología LGTB
17 - 06 - 2020 - EMERGENCIA ANTROPOLOGICA - Otros

A medida que se acercan las elecciones a Presidente de la República (28 de junio), las conspiraciones internacionales contra el país, considerado el último baluarte católico en Europa, se están intensificando. La Comisión Europea presiona a favor de los LGTB utilizando el chantaje de los fondos. Además de las presiones de los grandes medios de prensa y fundaciones. (Fuente: Infovaticana)

En Polonia se votará para la elección del Presidente de la República el próximo 28 de junio, y ya se están tramando planes a nivel internacional para ‘destruir’ el último baluarte católico europeo: contra los conservadores del PiS (Derecho y Justicia), la Iglesia Católica y el actual presidente Andrzej Duda. ¿El subterfugio? Los derechos LGTB.

De hecho, la Comisión Europea interviene contra las zonas francas de la ideología LGTB en Polonia, amenazando con recortar los fondos de cohesión reasignados en la lucha contra el impacto de la pandemia del coronavirus. En una carta del 27 de mayo de 2020, dirigida a los presidentes de cinco voivodatos (comunidades administrativas polacas), la Comisión aseguraba, por un lado, que su prioridad era responder a la amenaza planteada por el Covid-19 en Europa y, por el otro, que la propia Comisión no tiene la intención de pasar por alto otras cuestiones “importantes”. La Comisión escribe que en los últimos meses ha recibido “numerosas denuncias relativas al aumento de la retórica anti-LGTB en Polonia”. La última denuncia de los ciudadanos, mencionada en la carta, se refería “directamente al hecho de que varias autoridades locales y regionales han hecho declaraciones o adoptado resoluciones discriminatorias hacia las personas LGTB”. Sin embargo, estas mismas comunidades están utilizando fondos europeos… Los dos firmantes de la carta son dos funcionarios de alto nivel: Marc Lemaître, director general de la Dirección de Política Regional y Urbana, y Joost Korte, director general de la Dirección de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión.

Con esta carta, la Comisión Europea recuerda que los fondos europeos están condicionados al respeto de la ley europea, y reitera la necesidad de respetar los valores fundamentales enumerados en el artículo 2 del Tratado de la Unión Europea y en la Carta de los Derechos Fundamentales, entre los cuales no está, sin embargo, la promoción de la ideología LGTB, sino solo el principio de no discriminación. La demanda se remonta a febrero de 2019, cuando el alcalde de Varsovia, RafaÅ‚ Trzaskowski, firmó una “Declaración LGTB+” para su ciudad y prometió que la ciudad de Varsovia solo trabajaría con empresas que hubieran aceptado promover a las personas LGTB. Esta decisión era ya una discriminación, según los criterios europeos y la propia constitución polaca (artículo 25, párrafo 2); sin embargo, la Comisión no hace ninguna mención a esta decisión discriminatoria. Con la “Declaración LGTB+”, la ciudad también se comprometió a llevar referentes LGTB y organizaciones LGTB a todas las escuelas de la capital polaca, desde las escuelas primarias hasta las secundarias, para enseñar “educación contra la discriminación y la educación sexual”, teniendo en cuenta la identidad psicosexual y la identificación sexual, de conformidad con las engañosas directrices de la OMS sobre educación sexual en Europa.

Sin embargo, solo las comunidades administrativas pro-familia que han aprobado la “Carta de las autoridades locales para los derechos de la familia” (Łódź, Lubelskie, MaÅ‚opolskie, Podkarpackie y ÅšwiÄ™tokrzyskie) son objeto de chantaje y amenazas por parte de la Comisión Europea. La promoción de los derechos de los padres a la libertad de educación, los valores de la sexualidad biológica y del matrimonio hombre-mujer son considerados discriminatorios.

Las manifestaciones y la promoción de la ideología LGTB en Polonia están copiosamente financiadas por la Fundación Batory (fundada por George Soros), por la Open Society (también de Soros) y por fondos de agencias públicas de Noruega y la Unión Europea, como lo demuestra una investigación detallada de la Fundacja Mamy y Tati (Fundación Madre y Padre). No faltan tampoco los patrocinios de las grandes multinacionales (Coca Cola, Google, Microsoft, Johnson & Johnson, Procter & Gamble, IBM, Nielsen, Universal y su marca de helados Ben & Jerry’s, Citibank, JP Morgan, MTV, Netflix, BNP Paribas).

Polonia es el blanco de una serie de operaciones urdidas cuyo fin es iniciar una agresión/revolución cultural y legislativa a través de los “derechos LGTB”, como ya se planteó e implementó en Irlanda a partir de 2009 (el escándalo de la pedofilia, que si no está relacionado con la Iglesia no tiene ningún interés), llegando a las “bodas gay” en 2015 y los recientes acontecimientos de 2018 con el aborto. La campaña electoral para las elecciones presidenciales del 28 de junio está en pleno desarrollo y la ideología de género es uno de los temas de debate más candentes. El presidente saliente Duda (apoyado por el partido de mayoría relativa PiS y por los círculos católicos) está en la cima de todas las encuestas (42%), pero puede perder en la primera ronda. Y justamente el alcalde de Varsovia, Trzaskowski, es el candidato más acreditado para la segunda plaza (28%), mientras que el líder de los movimientos LGTB, Robert Biedron, quien ya está listo para converger con Trzaskowski en la segunda vuelta, podría estar en el tercer lugar con un 5%.

La campaña de chantajes, descrédito y acusaciones hacia Polonia y su supuesta discriminación hacia las personas LGTB ha sido lanzada en la prensa internacional, con Spiegel y The Guardian a la cabeza. El escándalo de la pedofilia en la Iglesia polaca se ha inflado exageradamente para acallar a los obispos. Parece una réplica de la malvada y efectiva “campaña de conquista” irlandesa. Sin embargo, Polonia no caerá en manos del “Amo del mundo”: no solo por la protección paterna de san Juan Pablo II, sino especialmente por el vívido recuerdo de la rebelión contra el totalitarismo comunista. El presidente Duda no es un hombre que se asusta fácilmente, como tampoco lo son los políticos del PiS que han llevado al país hacia el éxito económico, las políticas familiares y los óptimos programas sociales; tampoco la Iglesia Católica será amordazada por la culpa de poquísimos delincuentes con túnica.

Una cosa es cierta. En los últimos días, el presidente Duda ha aceptado la oposición abierta de sus oponentes, ha dicho que está listo para prohibir por ley la enseñanza de la ideología LGTB en las escuelas de todos los niveles en todo el país y promover por cualquier medio la “Carta para la familia” en ámbito local, así como está haciendo el gobierno nacional con sus políticas en favor de la natalidad y la familia. La Iglesia polaca -la única en Europa que ha celebrado la solemnidad del Corpus Christi con procesiones públicas en todo el país-, no calla ni permanecerá en silencio. El arzobispo de Cracovia, Marek Jedraszewski, ha reiterado, en su invitación a los fieles para la procesión del domingo 14 de junio, el compromiso de promover y defender los valores familiares y cristianos del pueblo polaco, advirtiendo contra “ideologías (extranjeras) que socavan la institución del matrimonio y de la familia, y cuyo eco a menudo encontramos en nuestra patria. Esto es aún más doloroso porque esas ideologías se oponen claramente a más de 1.050 años de tradición cristiana en nuestra nación”.

Los mismos protagonistas interesados, que han trabajado sistemáticamente para eliminar la tradición cristiana de Irlanda (ver aquí y aquí), intentan asaltar y eliminar el último baluarte de la catolicidad europea. Pero Varsovia no caerá bajo la tiranía LGTB, como Solidarność no cayó bajo la represión bolchevique, gracias a la cadena de solidaridad italiana de los años 80.