Durante la conversación, el rey manifestó al cardenal Omella su pesar por los sacerdotes fallecidos y se interesó por los obispos, religiosos y voluntarios católicos que han sido contagiados y por cómo la pandemia a afectado a la acción pastoral y a la vida de las personas y familias.
En este sentido, el purpurado español explicó al monarca que la Iglesia “multiplicó sus esfuerzos durante la pandemia y que estuvo muy involucrada donde le correspondía en la primera línea sanitaria y asistencial”, según informó la CEE en un comunicado.
Una labor a través de centros de acogida, comedores y otros servicios que el rey Felipe VI también quiso reconocer. De hecho, en la nota que da cuenta de la conversación en la página web de la Casa Real se incluye un resumen de la última Memoria de actividades de la Iglesia, correspondiente al 2018.