El subsecretario de prensa de la Casa Blanca, Judd Deere, comentó a la CNA el 7 de junio que “el arzobispo Gregory recibió una invitación al evento del presidente en el Santuario de San Juan Pablo II la semana anterior a la visita del presidente. Declinó debido a otros compromisos”.
En una correspondencia fechada el 30 de mayo y obtenida por la CNA, la oficina del arzobispo Gregory rechazó “la amable invitación para asistir al evento de celebración de la Libertad Religiosa Internacional el martes 2 de junio de 2020 en el Santuario de San Juan Pablo II”.
La correspondencia indicaba además que el arzobispo tenía “un compromiso previo en su agenda en la Universidad Católica y desafortunadamente debe declinar”, y agregó que Gregory había expresado personalmente sus disculpas por no poder asistir cuando habló directamente con un miembro del personal de la Casa Blanca en la tarde del viernes 29 de mayo.
Crux informó el 7 de junio que Gregory no había sido informado de la visita hasta el 1 de junio, cuando fue anunciada públicamente por la Casa Blanca.
Recordemos que la visita de Trump, junto a la primera dama, al Santuario de San Juan Pablo II creó una gran controversia, con el prelado católico como protagonista. La visita se produjo un día después de que éste posara con una Biblia en la mano, en la iglesia que resultó incendiada tras las protestas por la muerte de George Floyd, para lo que previamente hubo que dispersas a algunos manifestantes.
Con motivo de la visita al santuario, el arzobispo emitió un comunicado en el que tildaba de “censurable” y “desconcertante” que cualquier instalación católica “se permita ser tan mal utilizada y manipulada”.
La Casa Blanca respondió al arzobispo. Deere le dijo al Washington Post que “es vergonzoso que, para cualquiera que se llame a sí mismo una persona de fe, cuestione la fe o los motivos profundos del presidente para ir a marcar un hito importante para los católicos”.
“La visita del presidente Trump dio consuelo y esperanza a los católicos en este país y en todo el mundo de que este presidente es un hombre de Dios que siempre protegerá la santidad de la vida y promoverá la libertad religiosa”.