¿Cómo es la situación en estas horas?
Voy en el coche, es difícil desplazarse, la atmósfera es muy densa. En Maidan acaba de morir uno de nuestros profesores, Bohdam Solchanyk, un historiador de 29 años. Le dispararon los francotiradores casi al mismo tiempo de la llegada de los ministros del exterior francés, polaco y alemán. Hay decenas de muertos y no ha acabado. Durante tres meses, el presidente no ha escuchado la petición pacífica de dignidad de la plaza, y ahora estamos nos encontramos en un conflicto.


Hay algunos que temen que, tras los Juegos de Sochi, Moscú podría intervenir. ¿Llegarán las fuerzas de Putin?

Espero que no, porque la violencia se derramaría incluso fuera de Ucrania. Pero hay antecedentes, como Georgia en 2008... Por ello pido a Europa que hable con Putin para evitar una catástrofe.


El enfrentamiento comenzó en nombre de Europa. Y ahora, ¿las cosas han cambiado?

Claro, Europa tiene que ver. Pero fue el catalizador de un disgusto difundido ante un sistema desmesuradamente corrupto. Desde 1994 hasta ahora, Ucrania ha perdido a 7 millones de personas; 700 mil de ellas se han ido solo a Italia. Las esperanzas de la revolución anaranjada se han desvanecido. Durantel os últimos 4 años, el país ha alcanzado niveles insuperables de corrupción, de degradación y de injusticia. La gente salió a las calles para pedir dignidad y, con dignidad, permaneció durante mucho tiempo en paz: no en contra de alguien sino por algo; se organizaban conciertos en las noches heladas de Kiev. Pero ahora ha explotado la frustración porque nadie escucha.


En Maidan hay también algunos grupos violentos. ¿Qué es lo que quiere la oposición?
Sí, hay extremistas, pero son muy pocos con respecto al pueblo ucraniano, que se manifestó en contra del gobierno, son millones. Europa no debe atender la desinformación de Moscú, que envía el mensaje de que hay un golpe nacionalista en contra de los legítimos representantes del país. A ustedes les dicen que Maidan es nazi, pero aquí se dice que se trata de un complot judío. Patrañas. Cristianos, judíos y musulmanes decidieron estar con la gente y en contra de la violencia. Además, los partidos de derechas que están presentes en Maidan son un poco más moderados de los partidos europeos como el Frente de Le Pen. Repito, hay extremistas pero son una minoría.(Vatican Insider)