Mons. Vélez Isaza ve increíble que se hable de los templos como lugares de alto riesgo.

Tras recordar que desde el pasado 20 de abril los obispos colombianos enviaron al gobierno una propuesta para reabrir los templos tomando las medidas sanitarias oportunas, constata que «nos hemos encontrado con oídos sordos».

El obispo fue muy claro en su denuncia:

«Pensar, y lo digo en alta voz, que es más peligroso estar en una Iglesia, con los debidos protocolos, que en una peluquería o en un medio de transporte público, esto es o ignorancia o mala fe. ¿Por qué a los demás sí y a nosotros no?».

El prelado constata que el presidente colombiano, Iván Duque, a diferencia de otros mandatarios del mundo, no ha mencionado «ni una sola vez» a los cristianos en sus alocuciones durante la pandemia: «Pareciera que los creyentes no existiéramos en Colombia".

Y añade: «No entendemos al presidente. Creíamos conocerlo, pero nos equivocamos».

Ante la actitud despótica y de desprecio del gobierno colombiano a los fieles cristianos, D. Oscar advierte que «el totalitarismo es muy peligroso como forma de gobernar» añadiendo que no cabe como excusa para imponerlo la necesidad de establecer medidas con motivo de la pandemia.

Tras recordar que la Constitución colombiana garantiza la libertad de culto, asegura que parece que «el presidente y sus asesores pensaran que la fe es como un virus del cual hay que cuidarse» y tratan a los cristianos y a sus pastores como si fueran menores de edad que no saben cuidarse.