Lejeune, médico, genetista, descubridor del cromosoma que origina el síndrome de Down, y gran activista provida en su país con repercusiones en el mundo entero, no recibió el nobel de medicina por su defensa de la vida de los niños con síndrome de Down.

Su esposa Birthe murió el 6 de mayo pasado tras continuar el legado de su esposo y ser el alma de la importante fundación Jérôme Lejeune, que tiene como objetivo la investigación, el cuidado y la defensa de personas con deficiencias intelectuales de origen genético.

El diablo odia la vida humana

“Satanás detesta la vida”, sentenció Mons. Aupetit en su sermón delante del féretro de Birthe, adornado sobriamente con una cruz de flores blancas y amarillas. Satanás “es contra la vida, es contra el amor”. Hablando de los ataques que en su vida tuvieron que enfrentar los Lejeune, el Arzobispo de París los caracterizó como provenientes de personas “que se refugiaban detrás de falsas compasiones”, que ocultan su “cobardía y apatía”.

“Toda la cultura de la muerte, desde el aborto a la eutanasia, pasando por la destrucción de embriones supernumerarios y la reducción embrionaria, es su obra, de él, satanás”, y para realizar esa obra se sirve de “corazones enceguecidos” que no consideran la “belleza de la vida”.

“Y sin embargo, desde el comienzo, desde el libro del Génesis, Dios da acceso al árbol de la vida, es decir, a la plenitud de la vida, a la vida eterna”.

“Toda la mitología, la cosmogonía de todas las culturas en los alrededores del Medio Oriente y aún más ampliamente, dicen que el árbol de la vida es la inmortalidad reservada a los dioses”.

El verdadero acceso al árbol de la vida

Pero en verdad, es Jesucristo, el Dios de la Biblia, el que tiene “acceso al árbol de la vida”. Y para llegar hasta esa vida eterna “es suficiente simplemente vivir en su intimidad, como Él lo dice en su libro del Génesis”.

“Y como el hombre se desvía de Él, Él insiste en seguida en renovar esa alianza que Él hizo con Moisés, con ese pueblo escogido” manifiesta el prelado, refiriéndose a la nueva alianza que vino a traer Jesucristo.

Señalando el féretro de Birthe Lejeune, Mons. Michel Aupetit lanza una pregunta definitiva para la vida de todo hombre: “Hé aquí que veo delante de ti la vida y la muerte. ¿Tú escogerás la vida?”.