A pesar de no haber completa claridad sobre el deseo de la mujer, la Corte permitió a los médicos tomar la decisión por ella.
‬El caso es especialmente complejo y revela el avance de la eutanasia y la progresiva complejidad de las decisiones que acarrea, que son consideradas extremas en otros países que aún no legalizan la práctica un efecto comúnmente llamado "pendiente inclinada". La decisión del Tribunal Supremo estudió el caso de una mujer que había pedido la eutanasia en caso de que quedara demente, pero también había pedido decidir libremente cuál sería momento apropiado. Cuando se intentó practicar la eutanasia, la paciente se resistió físicamente, por lo que se originó la controversia. "En lugar de establecer criterios para la interpretación de la declaración de eutanasia escrita para pacientes con demencia avanzada, la Corte Suprema ahora deja esta interpretación al juicio de los médicos involucrados", alertó el Card. Eijk. "Como resultado, la incertidumbre para los médicos solo aumenta. La pregunta es qué tan probable es que su interpretación de una declaración escrita de eutanasia sea aprobada por un tribunal si se inician procedimientos legales contra ellos por llevar a cabo la eutanasia en un paciente con demencia avanzada". El purpurado registró la noticia como un paso más hacia la progresiva aplicación de la eutanasia en lo que pudo haber sido la oportunidad de introducir una protección a los pacientes con problemas mentales. "Aunque esto da más incertidumbre a los médicos que realizan eutanasia en pacientes con demencia, generalmente no conducirá a una disminución en el número de casos de eutanasia y suicidio con asistencia médica", se lamentó. El Cardenal Eijk recordó que se registraron 2655 casos de eutanasia en 2019, se acuerdo a las cifras oficiales de los Comités de Revisión Regional de Eutanasia. Esto representa un aumento de casos de 13 por ciento con respecto al años anterior. Con información de Arquidiócesis de Utrecht.