Después de registrar los primeros síntomas, la persona fue hospitalizada antes de regresar a Roma y por el momento se encuentra bajo observación. Se cree, por tanto, que no ha sido un posible foco de contagio entre el resto de empleados del Vaticano.

Cabe señalar que anteriormente ya se habían confirmado otros siete empleados de la Santa Sede contagiados con coronavirus.

De estos ocho afectados, dos están curados, otro permanece en el hospital en vía de curación, dos siguen en tratamiento en sus casas y tres se mantienen en aislamiento.