Lo ha hecho a través de una rueda de prensa que ha tenido lugar en la mañana del martes 3 de marzo luego de que la Corte Constitucional del país decidiese mantener la legislación sobre el aborto tal como está, es decir, despenalizada en tres casos: por violación, en caso de malformación y cuando corra riesgo la vida de la madre.

En declaraciones con los medios de comunicación, Mons. Córdoba, reiteró que "la vida es sagrada (...) La vida humana tiene una característica fundamental (...) Se trata de persona idéntica, con autonomía, con libertad, con dignidad". Y recordó que "el aborto no es un derecho fundamental", como si lo es la vida. Sobre la decisión tomada por la Corte Constitucional de Colombia, en las que mantiene las tres causales del aborto en el país, dijo que "no significa de ninguna manera el fin, sino continuar en nuestra lucha para la defensa y promoción de la vida". En este sentido, Mons. Córdoba exclamó: "Levantamos nuestra voz profética, levantamos nuestra voz de pastores, en nombre de los que no tienen voz". Sobre la situación colombiana ante el aborto y las sentencias que aún hay en curso, el prelado cuestionó: "¿Cómo podemos estar buscando paz y al mismo tiempo la injusticia, la muerte y la muerte cruenta?". Al respecto, indicó: "El pueblo colombiano ha ido tomando conciencia de esto poco a poco. Siempre desde el año 2006, la C 355 - que fue la sentencia de la Corte que comenzó a dar los primeros pasos - comenzamos a decir que no estábamos de acuerdo". El Presidente de la Comisión Episcopal de Promoción y Defensa de la Vida de la CEC llamó a someter el tema del aborto a muchos debates en los que los colombianos puedan hablar de la vida. "Esto es muy delicado, por eso no cesaremos" en la defensa de la vida, añadió. Mons. Córdoba finalmente alentó a los colombianos a trabajar en la cultura de la defensa vida al interior de las familias e instituciones educativas, especialmente con los jóvenes: "La familia es el tejido fundamental para ir entrelazando los lazos de afectividad, de amor, de equilibrio emocional, físico, psíquico y espiritual. Cuando la familia falla, falla todo; porque desde la concepción hasta que sale el hijo de la casa (...) lleva allí un bagaje maravilloso, un entretejido de valores, principios, sobre todo de estabilidad, de seguridad, de amor y lo que significa preservar lo que le enseñaron sus padres: la vida. ¡Padres que dan la vida! ¡Padres que promueven vida!".