Para la celebración de la apostasía, colocaron en la puerta del arzobispado una pancarta en la que se podía leer: «No elegí bautizarme. Sí elijo retirarme. Apostasía feminista», toda una declaración de intenciones. Apostasía feminista. Todo muy normal.

El diario izquierdista Público, ofrece el vídeo del ‘numerito’ en su cuenta de Youtube. «Vamos a quemar la Conferencia -la Conferencia Episcopal Española- por machista y patriarcal», «Fuera rosarios de nuestros ovarios», cantaban alegres estas pacíficas damas.

También hubo declaraciones por parte de las ‘feministas’: «Nos hemos reunido un grupo de feministas para hacer una apostasía grupal» dice una señora, «vamos a hacerlo conjuntamente las tres diócesis de Madrid», comenta orgullosa.

«He venido a apostatar», dice otra señora con el pelo rojo, entre risas, «lo hemos hecho en conmemoración a las mujeres argentinas», apostilla. Lo que nos quiere decir esta mujer es que este acto se ha querido hacer en ‘homenaje’ a las feministas argentinas que en 2018 apostataron en masa ante la posición del clero sobre el aborto que, como no podía ser de otra forma, se opuso a su legalización.

«He venido a apostatar. Por fin. Es algo que quería hacer hace años», nos dice otra mujer, «estoy emocionada, estoy contentísima», añade. Abrazos, gritos, saltos de alegría se suceden en el acto, donde las mujeres alzan jubilosas el certificado del arzobispado que confirma su apostasía.

«Ha sido muy rápido, pensábamos que nos iban a poner más pegas, pero la verdad es que ha sido todo como muy fluido», nos dice otra exhibiendo un gran dominio de la lengua cervantina. «Estoy muy emocionada y muy liberada. Me ha parecido genial», asegura. «Quiero que dejen de manejar nuestros cuerpos, nuestras mentes, nuestras vidas», manifiesta otra con indignación.

También hubo, sin embargo, reflexiones teológicas: «Tenemos sólo dos modelos: o el de virgen sin más, o el de María Magdalena que equivaldría a ser puta», comenta una de ellas, resumiendo de esta guisa el papel de la mujer en la historia de la Iglesia.

«Venimos a apostatar, a salirnos de la Iglesia, donde nos metieron obligadas, cuando no nos representaba ni entonces ni ahora. Nos han metido en un registro obligados, de bebés», dice otro conmovedor testimonio.

«No tengo nada que ver con la Iglesia» nos dice otra de las apóstatas, «entre otras cosas por lo que ha representado durante toda nuestra historia». No sé si le parecerá poco, pero la religión católica ha representado en esa historia, entre otras cosas, el freno al Islam. No sabemos si se ha planteado como manifestaría su ‘feminismo’ en una sociedad musulmana.