El texto del proyecto de ley presentado dice:

«Será ilegal practicar un aborto con el conocimiento de que una mujer embarazada está buscando abortar, total o parcialmente, sobre la base de un resultado de una prueba que indique que el feto tiene síndrome de Down; un diagnóstico prenatal de que el feto tiene síndrome de Down; o cualquier otra razón para creer que el feto tiene o puede tener síndrome de Down; o sin preguntar antes a la mujer embarazada si está al tanto de los resultados de las pruebas, del diagnóstico prenatal o de cualquier otra evidencia de que el feto tiene o puede tener síndrome de Down»

Ocho estados han promulgado ya leyes que prohíben los abortos sobre la base del diagnóstico del síndrome de Down, y otros están en proceso de aprobar una legislación similar. Si la ley saliera adelante en el Senado, la prohibición llegaría a toda la nación.

En la actualidad cada año nacen unos seis mil niños con Síndrome de Down en Estados Unidos y se calcula que otros doce mil no pueden nacer por ser abortados debido a su condición.