CRISTO HOY
CRISTO HOY

   Sitios Recomendados
        El Vaticano
        Aica
        Rome Reports
        Noticias Vaticanas
  
Cardenal Burke desmiente ser enemigo de Francisco
11 - 11 - 2019 - GENERALES -

“Estoy en una situación en la que se me tacha de enemigo del Papa, y no lo soy”, ha declarado el cardenal Raymond Burke, uno de los dos firmantes supervivientes de los Dubia, en una entrevista concedida a Ross Douthat, el columnista católico del New York Times. (Fuente: Infovaticana)

“A lo largo de mi sacerdocio, siempre me criticaron por estar demasiado atento a lo que el Papa decía”, se lamenta Burke ante Douthat, del New York Times. “Yo no he cambiado. Sigo enseñando lo mismo que he creído siempre, que no son ideas mías”.

Burke se significó en 2016 cuando envió al Papa y a la Congregación para la Doctrina de la Fe una carta, firmada también por sus colegas Walter Brandmüller, Joachim Meisner y Carlos Caffarra, en la que rogaba al Santo Padre ciertos puntos dudosos de su exhortación apostólica Amoris Laetitia relativos a la comunión de los divorciados vueltos a casar. El Vaticano no respondió, y los firmantes, tras tres meses de silencio, hicieron públicas sus dudas, que aún no se han respondido. De hecho, Su Santidad no se ha reunido con ninguno de los firmantes desde entonces, dos de los cuales -Caffarra y Meisner- murieron esperando una audiencia que nunca llegó.

Desde entonces, Burke fue ‘adoptado’ por el sector crítico del que, a su pesar o no, se volvió algo parecido a un portavoz, en ‘equipo’ con el obispo Athanasius Schneider, su compañero Brandmüller y el ex prefecto para la Doctrina de la Fe, el cardenal Gerhard Müller, conocidos ya en determinados círculos como ‘los Cuatro del Avermaría’.

Todos ellos insisten, con mayor o menor énfasis, en que no son enemigos del Papa. En más de una ocasión, por ejemplo, Müller ha recalcado que los verdaderos enemigos del Papa son los que le rodean y le halagan.

Pero también es evidente que Burke tiene muchas críticas que hacer a este pontificado, por respetuosas que sean. Así, sostiene en la entrevista que se está consolidando una “visión política” del Papado en la que el Papa sería una especie de monarca absoluto de la Iglesia “que puede hacer lo que quiere”. Y, añade, no es así, a los papas no se les elige para cambiar la enseñanza de la Iglesia.

Tampoco ignora Burke que el Papa le quiere ver bien lejos, que le ha “purgado”: “Es evidente que el Papa no me quiere en ningún puesto de liderazgo, que no me ve como la clase de persona que él quiere que sea, dando cualquier dirección fuerte a las cosas”.

Le preocupa al cardenal que el Papa esté valiéndose de los sínodos para aprobar cambios en la Iglesia que van más allá de su jurisdicción legítima. Habla de cómo en el Sínodo de la Familia no se trataba de legitimar la comunión de los adúlteros, pero ese fue, en la práctica, el resultado. Casi más grave es el caso del reciente Sínodo de la Amazonía para Burke, que opina que el documento final del Sínodo sobre la Amazonia no repudia las declaraciones en el Instrumentum Laboris “que constituye una apostasía de la fe católica”.

Burke ve lógico que haya fieles que le puedan considerar cismático por no aceptar el documento final del sínodo, pero responde a estas acusaciones: “Yo no sería cismático, porque el documento contiene elementos que se apartan de la Tradición Apostólica. Entonces, mi punto sería que el documento es cismático, no yo”.

Douthat subraya que las opiniones del cardenal dan a entender que el Papa estaría llevando a un cisma. Burke responde: “sí”.