Messori asegura en la entrevista que nota «a muchos católicos preocupados, algunos incluso desesperados. Sin embargo, como creyente, recuerdo que la Iglesia no es un negocio, una multinacional o un estado. En resumen, no puede fallar. Por supuesto, no faltan los motivos de la alarma... por ejemplo, en el próximo Sínodo en el Amazonas.... no sé qué queremos lograr, probablemente el matrimonio de los sacerdotes. Por lo tanto, estoy preocupado, pero no desesperado, porque la Iglesia no es de Bergoglio o de los obispos, sino solo de Cristo y Él la gobierna con sabiduría. Las fuerzas del mal no ganarán».

Y anade:

«Es desconcertante que solo dos o tres cardenales de 90 años hablen y protesten. Muchos obispos e incluso cardenales con quienes en diálogo privado se llevan las manos a la cabeza... tienen miedo, callan, callan».

La tendencia tradicional a no criticar al Papa se acentúa hoy, asegura:

«Se dice que esta es la Iglesia de la misericordia, pero hasta cuándo. Quien manda es intolerante a cualquier voz crítica. Escribí en el Corriere (ndr:periódico italiano) un artículo cortés en el que hacía preguntas y reflexiones y quedé abrumado por los insultos, especialmente de parte de ciertos medios católicos. Ha surgido un comité para pedirle al Corriere que me retire de colaborador. Este comité, que como dice una expresión de moda se remonta al lirio mágico del Papa, así que, ¿con qué coherencia se afirma que esta es la Iglesia de la misericordia, del diálogo abierto y leal, de la parresia? Estoy preocupado, como te dije, pero no desesperado. Cristo no deja sola a su Iglesia»