En una carta a los fieles de la diócesis, fechada el viernes y destinada a ser distribuida en las parroquias antes de las misas dominicales, Mons. Guglielmone asegura que es totalmente inocente de la acusación hecha contra él y que luchará por limpiar su nombre.
«Como saben, se ha presentado una demanda contra mí alegando que he cometido un acto grave», dijo el obispo en la carta del 16 de agosto.
«Esta falsa acusación contra mí no tiene sentido alguno; me he defendido vigorosamente y continuaré haciéndolo».
Guglielmone ha declarado en repetidas ocasiones que las acusaciones son falsas y que cooperará plenamente con una investigación de la Iglesia. A medida que el proceso sigue adelante, su preocupación es que su papel visible en la diócesis sea una «distracción» de otras prioridades diocesanas, así que por ello «reducirá temporalmente» su presencia pública en el futuro.
«No quiero distraer la atención de los ministerios importantes de la Iglesia en Carolina del Sur, incluida la creación de entornos seguros para nuestros hijos», dijo.
En la carta, Guglielmone reiteró que todo abuso infantil es «despreciable».
La demanda contra Guglielmone fue presentada el 14 de agosto, el primer día del período de un año en el estado de Nueva York en el que las víctimas de abuso pueden presentar denuncias contra sus abusadores o las instituciones que protegieron a sus abusadores, independientemente de la prescripción de los casos.
La demanda alega que Guglielmone abusó sexualmente de un joven durante el tiempo en que fue párroco de la parroquia de San Martín de Tours en Amityville, a partir de 1978.
La acusación no es nueva. La diócesis de Charleston ha explicado que inicialmente se determinó que la primera acusación no era creíble, aunque se notificó a las autoridades policiales sobre la denuncia de la supuesta víctima. Tras la nueva presentación de la demanda, el Vaticano ha sido informado y ha iniciado una investigación completa, con la cual Mons. Guglielmone está «cooperando plenamente».
No está claro cuándo se recibió la denuncia por primera vez, y la diócesis no ha confirmado quién está llevando a cabo la investigación.
Pidió que la Santa Sede dijera la verdad sobre el caso McCarrick
Se da la circunstancia de que Mons. Guglielmone fue uno de los obispos estadounidenses que pidió con más claridad que la Santa Sede diera explicaciones sobre el caso McCarrick tras la denuncia del ex-nuncio en los EE.UU, Mons. Viganò.
En una carta igualmente dirigida a sus fieles, dijo:
«Es imperativo que la Santa Sede asuma un papel de liderazgo en la investigación del ascenso del arzobispo Theodore McCarrick, a pesar de haber sido informado de su mala conducta sexual anterior y de sus irregularidades económicas durante sus previos destinos diocesanos... Es absolutamente necesario que todos sepamos cómo y por qué sucedió esto. Las medidas deben tomarse de manera inmediata y pública».
