El fiscal Kevin Stocker, en nombre de 24 víctimas de abuso sexual por parte de sacerdotes, ha invocado la ley sobre el crimen organizado -RICO, por sus siglas en inglés- en una denuncia presentada contra la Diócesis de Buffalo, en Nueva York, plagada de escándalos.
La denuncia también incluye como acusados al obispo, Richard Malone, al obispo emérito Edward U. Kmiec, al Seminario Cristo Rey, a la Provincia Jesuita del Nordeste de Estados Unidos, a varios fondos asociados a la diócesis y a diversos sacerdotes, parroquias y colegios católicos
Aprobada en 1970, la Racketeer Influence and Corruption Act (RICO), está pensada para combatir asociaciones criminales como la mafia. Debido al “número de sacerdotes implicados, la extensión del encubrimiento y los traslados a parroquias no advertidas”, RICO es sin duda aplicable a la Iglesia, ha asegurado Stocker en declaraciones a Church Militant.