“Hemos llegado a la convicción de que hemos cumplido plenamente con la solicitud de varios sectores sociales y del Gobierno de la República de acompañar el diálogo social entre las partes”, subrayó en la nota en la que confirman el fin de su participación en el proceso de diálogo.
Los obispos costarricenses expresaron su confianza en que este proceso “se fortalezca y sea efectivo por sus acuerdos”.
En el comunicado también instaron a que el objetivo fundamental sea “el bien común”, que “resplandezcan la justicia y la paz social” y dan las gracias a Dios por la disposición de las partes “a ver en el diálogo, el camino para la solución de los conflictos”.
Asimismo, aseguraron que monseñor Javier Román Arias, obispo de Limón, continuará en la mesa de negociaciones con los transportistas y monseñor Óscar Fernández Guillén, obispo de Puntarenas, hará lo propio en el proceso con los pescadores.