Hace dos domingos comenzó la huelga. En cientos de parroquias, los disconformes con las declaraciones del papa Francisco sobre el diaconado femenino, celebraron supuestos servicios de adoración a las puertas de las iglesias mientras se celebraba la Misa dominical en el interior de los templos.

Mientras que algunos obispos alemanes han mostrado su simpatía hacia «María 2.0», movimiento apoyado por los dos grupos de católicas más importantes del país germano, la Asociación de Mujeres Católicas de Alemania (KFD) y la Federación de Mujeres Católicas Alemanas (KDBF), el cardenal Woeki, arzobispo de Colonia, ha pronunciado un sermón en el santuario mariano de Bödingen, en el que recuerda que la verdadera María es «cetro de la sana doctrina» y «destructora de las herejías».

La Santísima Madre, dijo el cardenal, es también «sirviente de la verdad. Nos ilumina como una estrella del mar en nuestro camino de peregrinos».