Islamistas asesinaron a 4 católicos que volvían de una procesión mariana y destruyeron la imagen de la Virgen María que llevaban con ellos en Singa, en el municipio de Zimtenga, el lunes 13 de mayo, en la misma región donde un día antes entre 20 y 30 yihadistas masacraron a un sacerdote y 5 laicos e incendiaron una iglesia en Dablo. Es el tercer ataque a cristianos en Burkina Faso en los últimos días.

Las víctimas fatales participaron de la procesión desde Singa, su pueblo, hasta la comunidad de Kayon, a 10 kilómetros de distancia, indicó Fides. En su camino de regreso, los fieles fueron ejecutados por terroristas armados, que dejaron que los niños que iban en el grupo con ellos escaparan, además de destruir la estatua de Nuestra Señora.

El presidente de la Conferencia Episcopal de Burkina Faso-Níger, Séraphin François Rouamba, realizó un llamado por la paz, en el funeral de las víctimas de Dablo, ese mismo día. La zona en la que fueron asesinados está azotada por el terrorismo yihadista, según informó la estatal 'Agencia de Información de Burkina' (AIB).